Aunque a muchos les cueste creerlo, en Santiago existe un restaurante abierto desde la Guerra del Pacífico, desde fines del siglo XIX, la histórica Confitería Torres.
Y puede que lo de histórica la quede pequeño como calificativo, ya que se trata de nada menos que del restaurante más antiguo de toda la capital y probablemente del país.
El que abrió en 1879 José Domingo Torres, el mayordomo de una aristocrática familia y que comenzó con un local en calle Ahumada con Huérfanos, donde antes funcionó el Café La Novia.
Luego, en 1904, la Confitería Torres se trasladó a la Alameda, a una impresionante mansión romántica, el Palacio Iñiguez, que tiene la firma de los arquitectos Alberto Cruz Montt y Ricardo Larraín Bravo.
El mismo lugar por el que ha permanecido casi 120 años y por el que han pasado casi todos los presidentes de la república y otras visitas ilustres.
De hecho, en la pared junto a la entrada hay fotografías de casi todos los mandatarios chilenos. Un detalle que revela el carácter republicano de este lugar, que conserva también sus precios baldosas, el papel mural y la barra arte decó.
La cuna del barros luco
“Cuando voy a dicha pastelería, que conserva los muebles del tiempo viejo, mi imaginación vuela por muchos años para atrás, a 1902 y 1910, por lo menos”, escribió Joaquín Edwards Bellos sobre la Confitería Torres en una de sus crónicas.
Algo que también se puede pensar hoy al cruzar su puerta, donde hasta se puede encontrar a Don José Santos, el garzón que es una leyenda y quien lleva más de 60 años atendiendo ahí.
Hoy el restaurante está a cargo de la familia Soto Misseroni, la misma también detrás de los otros locales de la Confitería Torres, los de Isidora Goyenechea y el Centro Cultural La Moneda.
Aunque el favorito de muchos sigue siendo el original, el de la Alameda, donde nació el barros luco.
Sí, porque este lugar es la cuna de este embemático sánwich nacional, el que se bautizó con el nombre de uno de sus comensales asiduos, el presidente Ramón Barros Luco, quien siempre lo pedía.
Actualmente sigue siendo uno de los más pedidos del lugar y es que es insuperable.
Un Presidente Barros Luco ($ 9.200), que se hace con filete, blandito y jugoso, queso Colún fundido, el de siempre, y marraqueta que se hornea en el local del Las Condes. Tan sencillo como perfecto.
Los clásicos de la Confitería Torres
Histórico sanguchito que acá puedes acompañar con un té, una cerveza, una copa de vino tinto y, si te animas, con una cola de mono en temporada.
Además hay otro sándwiches clásicos para probar en la Confitería Torres, como el Barros Jarpa ($ 4.800), en la misma marraqueta casera, o el chacarero ($ 9.500).
También opciones para compartir como machas a la parmesana ($ 14.800) o el Antipasto Torres ($ 13.800), que trae empanaditas surtidas, pebre, prosciutto, salame, frutos secos, aceitunas, canapé de salmón ahumado y canapé tomate ají.
Mientras que entre los platos de fondo destacan su filete al cilantro ($ 15.800), macerado con aceite de oliva y soya con especias y cocinado a la plancha y que se acompaña de un suave pastel de chuchoca.
O el costillar asado, clásico chileno, con puré picante ($ 14.500).
Confitería Torres
Dirección
Alameda 1570
Santiago,
Santiago
Chile
Teléfono
Website
https://www.confiteriatorres.cl/
Horario
Lunes a viernes, 10 AM a 8 PM
Estacionamiento
En subt. centro cultural La Moneda
Edad
Todo público.
Con Reserva
Sí