
Confitería Torres: el histórico restaurante donde nació el barros luco
En un palacio de la Alameda sigue abierto desde el siglo XIX el restaurante más antiguo de todo Santiago y que es la cuna de un emblema de la sanguchería nacional.
En un palacio de la Alameda sigue abierto desde el siglo XIX el restaurante más antiguo de todo Santiago y que es la cuna de un emblema de la sanguchería nacional.
Casi escondida en un pasaje del centro se encuentra esta picada con más de 60 años y donde puedes probar unos sanguchitos caseros, de pernil o queso de cabra, por ejemplo, con precios desde $ 1.500.
Desde la Antigua Fuente hasta Torremolinos son parte de esta ruta de lugares recomendados para comer completos en barrios como Lastarria, Bellavista, Plaza Italia y la Alameda.
Tienes que conocer este nuevo café, atendido por sus dueños, pet friendly y con granos de origen tostados en el mismo lugar.
De lunes a viernes puedes subir a esta picada escondida en el Portal Bulnes y probar sabrosos menús de almuerzo y a precios convenientes.
En el barrio República está este restaurante con más de 30 años, de ambiente familiar y de los pocos de cocina tradicional que van quedando. La de guisos como los de antaño, carnes de caza y mariscos y pescados frescos, con toda la sazón de Ana María Zuñiga.
Son nuevas cuadras que se transformaron en peatonales para pasear y que lucen mobiliario urbano como jardineras y asientos.
Ahí podrás visitar y conocer la historia de lugares emblemáticos de la ciudades, como la Catedral, el cerro Santa Lucía y el Museo Histórico.
El emblemático bar con 100 años de historia ahora tiene una nueva ubicación. Una con fresca terraza y donde te puedes reencontrar con sus clásicos, como los sanguchitos, la cazuela y el costillar.
Más de 80 años tiene este clásico bar y restaurante del centro, famoso por sus platos de cocina chilena con baranda, ideales para compartir, y su barra donde puedes tomar pipeño, borgoña o cola de mono.
Todos los viernes se realiza este tour guiado sin costo, que te lleva a recorrer galerías y pasajes emblemáticos del centro, como Phillips, Matte y Crillón.
Ahí puedes probar, a precios de picada, platos típicos de las calles de Asia, como pad thai, ramen, curry de Singapur y el sabroso sándwich vietnamita.
Tienes que subir hasta el piso seis de un hotel de calle San Antonio, donde junto a la piscina encuentras este nuevo restaurante de sabrosa cocina chilena, con productos del mar y de los valles, y que además posee un foco sustentable.
Ya hay fecha de cierre para el emblemático local de San Diego: será a mediados de noviembre. Aunque la despedida será con todo, con música en vivo, fiesta de jueves y sábado y un último cuecazo.
Más de 50 años tiene este restaurante, atendido por sus propios dueños y donde encuentras ricos almuerzos caseros y a precios accesibles, además de terremoto, malta con huevo y cola de mono todo el año. Y abre hasta las 4 AM.
En una antigua casona preciosamente remodelada abrió este lugar, una especie de oasis en pleno centro, con patio interior, coctelería de autor y ricos y almuerzos al estilo bistró.
En noviembre bajará su cortina, ya que el histórico local se vendió a una inmobiliaria. Así es que aun estás a tiempo para despedirte con un buen vaso de terremoto.
Más de 105 años de historia tiene este emblemático bar del centro de Santiago, el que está más vivo que nunca y conquistando con sus tragos populares y platos clásicos de la cocina chilena.
Si subes hasta el séptimo piso encontrarás su agradable terraza con vista al cerro Santa Lucía y donde puedes disfrutar de coctelería de autor y tablas para compartir.
En el Paseo Huérfanos se encuentra este premiado hotel boutique, que tiene una terraza escondida y un restaurante, donde todos los días puedes ir a tomar el té, con tapaditos, dulces y tortas.
Partió como una tienda online y ahora es también una cafetería, a pasos del Parque Forestal, donde puedes probar sabrosos completos, as, sándwiches y jugos, todo vegano y a precios más que convenientes.
Hasta antes de asumir en La Moneda, el presidente Boric era cliente habitual de este bar en pleno centro de Santiago y que es especialista en apagar la sed con sus cervezas artesanales.
Bar Nacional de Bandera es un imprescindible de la cocina chilena. Se trata del local a cargo de Miguel Ángel Robba, que tiene más de 60 años de tradición y toda la sazón nacional.
Justo frente a Fantasilandia abrió esta parrillada que sigue la tradición de Las Delicias de Quirihue, ya que conserva sus secretos, algunos de sus platos y hasta las mesas y manteles del recordado restaurante.
El 10 de marzo atenderá por última vez esta emblemática fuente de soda del Paseo Huérfanos. Todavía estás a tiempo de despedirte, probando su cola de mono y sus empanadas fritas, mejor si es en su icónica y democrática barra.
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