Por: Loreto Gatica Fecha:8 Jul 2021

Fe: el restorán de cocina chilena travesti que emociona en Vitacura

En CV Galería se instaló la nueva apuesta de Gino Falcone y José Salkeld, un lugar cargado de emociones y simbolismo, enfocado en la cocina chilena, pero que se deja permear por los sabores de la migración.

En CV Galería, el bulevar de moda donde están locales como Lolita Jones, La Picantería y Barra La Java, hay un nuevo imperdible: Fe.

Ahí, en el piso -1, acaban a aterrizar con su nuevo proyecto Gino Falcone y José Salkeld, los mismos detrás del concepto, puesta en escena y gestión de restaurantes como Sarita Colonia, uno de los bares imprescindibles de Bellavista.

Y tal como en Sarita, apuestan también aquí por la cocina travesti, una que coquetea y abraza distintos sabores e ingredientes, pero con la gastronomía chilena como base.

Es decir, platos construidos desde la sutileza a la saturación, que tienen una base y registro de ollas chilenas, pero que se dejan permear por las sabores de la migración, colombianos y peruanos, por ejemplo.

Una mixtura sabrosona, con memoria emotiva, respeto e integración.

Fe es una alegoría a la cocina chilena desde su raíz y vista por ojos migrantes, los de tres peruanos avecindados hace años en el país: Falcone, Salkeld y Juan Andrés Garcia, el mismo cocinero detrás de Sarita Colonia.

Cocina cargada de simbolismo

Además, se trata de un lugar cargado de simbolismo. De partida, porque al entrar te darás cuenta que la puerta dice “respeto” y entrarás pisando un suelo estrellado mapuches. Al salir, un cartel en la puerta dice “gratitud”.

Por eso el nombre Fe. “Porque tengo fe de que saldremos de ésta y fe en que los dos Chile se van a encontrar, va a haber una comunión entre la estrella mapuche y la estrella republicana, los dos mundos van a convivir” explica Gino Falcone.

Luego, dentro te encontrarás con un salón con ojos, donde se leerá el tarot.

Además con puertas corredizas hechas de vitrales recuperados de casas demolidas en Providencia e, incluso, con un arrimo hecho con los balcones de la casa de Pedro Montt, presidente de Chile entre 1906 y 1910. Casa que estaba en Valparaíso y se demolió siete años atrás.

Y eso que no hemos hablado de la barra, ni de las obras de arte de artistas chilenos, ni de la colección de fotografías de medidores de luz de Cuti Aste.

Mejor lo guardamos para cuando puedas sentarte dentro y disfrutar del interior de este local.

Alegoría a la cocina chilena

Para disfrutar de esta puesta en escena de Fe, parte probando alguno de los cocteles, como el wenu mapu ($ 6.500), con pisco, muday, la bebida originaria mapuche, mermelada de rosa mosqueta y jugo de naranja; o el Tren al sur ($ 6.900), con whisky, cynar, syrop de laurel, jugo de malbec y pomelo.

Ideal para acompañar platos como los ostiones a la mantequilla ($ 14.900) que vienen en su punto, con una emulsión de ajo negro, salsa inglesa y ajo frito encima.

O el ceviche con todo su Chile ($ 13.900), con la pesca del día, ostiones y un caldito de limón y ají verde, más un gel de papaya, mousse de palta, polvo de cochayuyo y merquén.

Otra opción son los locos a la gallega ($ 16.900), locos blandísimos, que vienen marinados en aceite de oliva con jugo de limón, sobre papitas nativas, confitadas en mantequilla, mayonesa de ajo y mousse de palta.

Y si se trata de los imperdibles, el arroz caldoso de caldillo de congrio ($ 16.900), que es un congrio a la parrilla que viene con un arroz caldoso, que se hace a partir de una base de caldillo de congrio, y un sofrito bien chileno, de cebolla, zanahoria, pimiento y ají color.

Además de las pantrucas con gambas al curry ($ 14.900), gambas marinadas a la parrilla, que vienen sobre unas pantrucas y cremoso de curry, con crocante de plátano, maní y aceite de clorofila.

O el arroz con chanchito crocante ($ 14.900), que es una panceta de chancho confitada con un arroz arrisotado de verduras de la estación.

De postre prueba la torta de hojarasca ($ 7.900), con masita de hojarasca, merengue italiano, manjar infusionado con pisco, mermelada de papaya y zeste de limón de pica, más helado del día.