Las Delicias de Quirihue es una esas joyitas de la cocina chilena que amamos con pasión, por eso apenas nos enteramos de que cierra sus puertas, nos dio una pena negra.
¿Como despedirse de un lugar que nos hizo tan felices? Comiendo y brindando, como decimos en Finde.
Si no lo conoces, te contamos que el restaurante se ubica en calle Domeyko 2059, en el barrio universitario de Santiago.
Eso sí, partió hace ya 60 años en Av. Matta, a cargo de Petronila Núñez, de El Romeral, y Oligario Sepúlveda, quien llegó desde Quirihue, en la Región de Ñuble.
Luego se cambiaron a esta casona, con distintos salones y una acogedora terraza con baldosas rojas y parrón,
Hoy, la tradición la sigue una de sus hijas, Patricia Sepúlveda, quien conserva ese sabor de las antiguas chancherías de la década del 60 en Santiago.
De hecho, uno de sus platos imperdibles es la “loganiza” ($ 7.980), con agregado como puré casero, por ejemplo.
Una longaniza que se hace en el lugar, con una mezcla de carne de chancho bien finita, ají color y orégano, con la que se llenan a mano las tripas. Puro sabor a campo chileno.
Ojo, que estas longanizas también te pueden tocar en el plato del menú de almuerzo (desde $ 5.000), que pueden ser porotos con rienda, por ejemplo, y que encuentras de martes a viernes.
Despedir a Las Delicias de Quirihue
Como te adelantamos, Las Delicias de Quirihue cierra sus puertas. ¿La razón? Que la casa se vendió.
Funcionará hasta el martes 31 de diciembre y no hay otra manera de despedirse que ir a probar sus legendarios platos.
Si vas, no dejes de saludar a las “tías”, como le dicen los universitarios del sector a las garzonas, algunas con más de 30 años de historia en el local. Como la señora Olivia, Claudia, Juanita y Olguita, por nombrar algunas.
Son todas encantadoras y apenas llegues te recomendarán alguna de las parrilladas clásicas del lugar, como la “para 2” ($ 29.750), que en realidad alcanza para tres o cuatro personas.
Trae costillar, longaniza, chuletas, prietas, chunchules, ubre, arrollado de malaya, papas cocidas y ensalada surtida.
¿Algún plato de temporada? Aprovecha de probar el “pastel de choclo” ($ 7.590), enorme, con una buena cantidad de pino y pastelera hecha en el lugar.
Acompaña cualquier plato con una “jarrita de borgoña” ($ 9.550 la grande), con harta frutilla.
No te pierdas el postre de la casa, el “Quirihuito” ($ 2.990), una combinación mortal de manzana rallada, huevo, leche condensada y merengue al horno. Queda más rico aún con un enguindado o mistela casera.
Y si crees que extrañarás demasiado a Las Delicias de Quirihue, ahí mismo están vendiendo el libro ($ 10.000) con toda la historia del restaurante y sus protagonistas.
¿Qué pasará con el local? Nosotros tenemos todas las ganas de que la historia continúe lo más pronto posible, quizás en otro lugar y con las mismas recetas y sazón que amamos.
