Las Lanzas es una de esas fuentes de soda imprescindibles de Santiago. No sólo por su gastronomía a buen precio y su ambiente familiar, sino también por su historia.

La misma que lo convierte en un patrimonio gastronómico nacional, que está peligrando por la crisis económica que provocó el covid.

Es que la pandemia ha afectado con fuerza al rubro de la gastronómico y este restaurante de Plaza Ñuñoa es uno de los locales que está al borde de cerrar por las deudas y las complicaciones económicas.

De hecho, en la entrada se lee el hastag #Laúltimacena.

Si bajara sus cortinas sería una irremediable pérdida para el patrimonio culinario chileno. Aquí te contamos las razones de por qué nos quedarnos sin Las Lanzas.

1. Histórico de Plaza Ñuñoa

Es todo un ícono de la Plaza Ñuñoa y también de Santiago. Una fuente de soda con luces de neón rojas que se encuentra en el mismo lugar en el que abrió en 1964, justo frente a esta emblemática la plaza.

Más de 50 años han pasado y todavía conserva intacta esa historia de mesas de melamina, barra clásica y maravillosos completos y schops.

2. Antendido por su dueño

Además, no se puede recordar la historia del restaurante sin contar la de su dueño, Manuel Vidal, quien llegó a Chile desde Galicia en 1955 y se hizo cargo de este lugar en 1982.

Imposible entrar a Las Lanzas sin hacer una reverencia hacia la caja, la que era su epicentro.

Y si bien Manuel murió en 2018, su recuerdo sigue intacto. De hecho, es “Manolo” Vidal hijo, el encargado de mantener ese legado.

El de la comida casera, la de toda la vida, y la impronta de local familiar. Cuestión que se cumple al pié de la letra, y que se percibe desde el cariño de las chiquillas que atienden, a la cofradía de quienes se sientan en sus mesas.

3. Cocina rica, casera y a buen precio

Los callitos a la madrileña ($ 5.500), los riñones al jerez ($ 5.500) y el pulpo a la gallega ($ 6.000) son algunos de sus platos emblema.

Además de las almejas al matico ($ 3.800) o las humitas ($ 2.200) en temporada de verano.

Y eso que no hemos hablado de la cazuela ($ 4.800), que puede ser de vacuno o pollo, tu elijes la presa, trutro o pechuga.

Ni de las legumbres, que merecen un artículo en sí mismas, como los porotos ($ 5.500), que pueden ser granados en temporada, con un buen pedazo de plateada. Por cierto, todos los platos se acompañan de una marraqueta.

Súmale una buena carta de destilados y un navegao de medio litro para tirarse de piquero.

Puro amor que no se puede perder, de ninguna manera.

4. Oda a la sanguchería chilena

Pueden ser en frica, molde o marraqueta. La carta de sánguches de Las Lanzas es extensa y de las más tentadoras de todo Santiago.

Se compone de joyitas como el clásico completo italiano ($ 2.200) o la mechada italiana ($ 5.000), mechada de verdad, con pedacitos de zanahoria insertas en la carne, como manda la preparación.

Además del pernil palta ($ 5.000), amado, o algunos de factoría propia, como el gallego ($ 5.000), una maravilla de merluza de batido crujiente, con mayonesa y pimentón frito.

5. La querida comarca

La querida comarca. Así se le llama el público de Las Lanzas, variopinto, desde familias y vecinos del sector, hasta el peatón que se tentó con un shop y completo a la pasada.

Todos somos bienvenidos aquí. No es casualidad que las mesas se saluden, o se junten cuando se podía.

Una relación verdadera y fiel. De hecho, en el local encuentran fotos de clientes asiduos que ya no están. Un sitial de honor, porque la comarca es familia.

Si eres de los que se niega a que Las Lanzas cierre, vuelve a ocupar sus mesas los días que está abierto. Probablemente te encontrarás con fila, pero la espera vale la pena.

También puedes pedir sus platos por delivery., a los teléfonos 22255589 ó 22742621.

Las Lanzas

Dirección

Humberto Trucco 25
Ñuñoa, Región Metropolitana Chile

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Teléfono

222255589

Horario

Lunes a viernes, 12.30 PM a 10 PM. Sábado, 12.30 PM 8 PM