Por: Loreto Gatica Fecha:6 Dic 2022

Pulpería Santa Elvira: cocina con amor y territorio al plato en el barrio Matta Sur

En una preciosa casona de más de 100 años, con terraza escondida y salones vintage, funciona este restaurante de cocina de autor, donde los protagonistas son ingredientes escogidos con pinzas, de recolectores y productores a lo largo de Chile.

Es uno de esos lugares que te enamoran apenas cruzas el umbral de esa puerta. Te hablamos de la Pulpería Santa Elvira, el restaurante ubicado en una casona patrimonial, de más de cien años, en el barrio Matta Sur.

Una cuidadosamente restaurada y plagada de detalles que hacen que te traslades a otra época.

De hecho, ya desde la entrada te encontrarás con una pulpería, pequeño almacén donde podrás comprar encurtidos hechos en el lugar, más productos de pequeños productores.

Y si sigues por el pasillo, podrás ver distintos salones, de estilo vintage, con antiguas fotos blanco y negro, vajilla y lámparas de aceite.

Es más, al final hay una terraza con antiguas baldosas rojas, donde puedes sentarte bajo un parrón, con vista hacia una ventana y a la cocina, donde se prepara esta carta que se anuncia en una pizarra.

En la que sólo hay cuatro opciones de entradas, cuatro fondos y dos postres.

Una carta de cocina de autor, a cargo de un equipo liderado por Javier Avilés Lira, cocinero antofagastino que después de trabajar 14 años en restaurantes de Buenos Aires, volvió a Chile y abrió la Pulpería Santa Elvira, hace ya cuatro años.

Ahí, ofrece toda una experiencia, que da cuenta de ingredientes escogidos con pinzas, de recolectores y productores a lo largo de Chile, y vinos que te ofrece quien te atiende.

Cocina de temporada con toque propio

“Aquí se cocina con amor”, dice en uno de los carteles de la terraza de Pulpería Santa Elvira.

Y eso lo podrás comprobar apenas lleguen a tu mesa unos pequeños bocados, cortesía de la casa, para que te vayas preparando, como milcaos o unos conitos rellenos de paté de conejo.

También pueden ser unas empanaditas de tinta de calamar, rellenas con queso madurado.

Además, una de las ventajas de la pizarra es que los platos cambian según la temporada.

Así, puedes encontrarte con entradas como el chipirón del monte ($ 8.000), que es una paleta helada de este hongo del sur de Chile, con chocolate y nalcas encurtidas, sobre una camita de trigo mote crocante. La idea es que la vayas untando y probando.

También bonito, habas y jibia ($ 8.500), que es un causeo de jibia, con jamón de bonito hecho en el lugar, que viene sobre agua chile y un gel de habas y flores de girasol.

O las mollejas ($ 8.500), un infaltable de este lugar, suaves y crocantes, hechas a la plancha, con una hojita de parra demi glace de vacuno.

De los fondos de Pulpería Santa Elvira, destaca el conejo ($ 13.500), que es una suave terrina de conejo, sobre una camita de espárragos y zanahorias lactofermentadas y sobre este distintos tipos de espinaca, ahumadas y salteadas, con un toque de mostaza.

Además de las pantrucas ($ 11.500), al dente, deliciosas, con betarraga, berenjena y chancho; y el congrio ($ 12.500), de punto perfecto, con un toque de piure y algas.

A la hora del postre pide el flan ($ 6.500), un clásico de este lugar, de textura densa, empalagosa, deliciosa, acompañada de un toquecito de crema para hacerlo aún más goloso.