Puede que el lugar sea pequeño, que abran sólo algunos días o no tengan alcoholes. Pero una cosa tiene en común estos locales: la calidad es buenísima y el precio accesible.

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Recreo con Hambre 

Uno de los restaurantes en Santiago que destaca por su relación precio-calidad es Recreo con hambre.

El local que encuentras en una gran terraza en la calle Nicolás Gogol, una interior en Vitacura.

Se trata de un lugar de culto, donde todo lo que pruebas se hace ahí mismo y a cargo del cocinero Felipe González Inostroza y de Asunción Pimentel, una crack del pancito y el dulce.

De hecho, una de las novedades, es ya tiene carta de cervezas y sidra, que incluye una deliciosa Mimosidra ($5.600) de sidra de manzana con jugo de naranja prensado en frío; o si prefieres, alguna cerveza en lata de Hasta Pronto como la Rompiente ($ 4.950), una Hazy IPA.

Y que resultan vitales para acompañar delicias como el Ave pimentón ($ 5.750), hecho un molde de pan brioche que como te contábamos hacen ahí mismo, relleno con mezcla de pollo ahumado mayonesa, y pimentón asado; o el Prensado Jamón-Queso ($ 5.500), con jamón de pavo hecho ahí, y queso mantecoso, en el mismo pan.

También el Superpaltrami ($ 11.200), que es un Benedictino con huevo mollet, en un nido de pastrami y palta laminada sobre una tostada de pan brioche, con salsa holandesa; o la Puerkorea ($ 8.200), que es un lomo vetado de chancho, salsa dragón ojo que es picante, nabo encurtido, cebolla asada y mayo casera en pan brioche.

Además de delicias dulces como la tarta de chocolate ($ 3.800), que va rellena de chocolate belga, ¡nna maravilla!; o el canelé ($ 2.000), bizcocho de vainilla tierno por dentro, caramelizado por fuera.

Caos Comedor Café

Caos Comedor Café es una de esas aperturas que da que hablar apenas abre sus puertas.

Se trata del pequeño local en la calle Santa Beatriz, en Providencia, con café de especialidad y una cocina a cargo de Simón Delgado y Gabriella Lavin.

Quienes luego de trabajar en Demencia, el gastrobar con el sello de Benjamín Nast, se independizaron y partieron con una imperdible propuesta de pastas por delivery, Langucia.

Pastas que ahora son parte de la propuesta y carta de Caos. 

Lo que hace un imperdible a este lugar es que todo, desde la pasta que te contábamos, el pancito o la bollería que puedes probar, se hace ahí mismo.

Una propuesta de estilo comfort food con sello de autor, bien propia, que parte con opciones de desayuno, que puedes pedir a cualquier hora, como la panera, una selección de  pancitos del día, para acompañar de huevos a la copa y salsa holandesa ($ 7.000); o de huevos fritos con chorizo y pomodoro ($ 8.600), por ejemplo.

Además de una carta acotada, deliciosa, con opciones como Ave pimentón ($ 7.000), que es una delicia de pollo, mayonesa y pimentón rojo asado, que viene en un pan Hokkaido, de molde, al estilo japonés, muy esponjoso; o el Ceviche de almejas ($ 9.000), de pesca del día, con almejas frescas, ají y aceita de oliva.

Además del Pici cacio e pepe y Milanesa ($ 8.500), una pasta al agua y salsa de queso Grana Padano y Pecorino, con un toque de pimienta, que viene con una milanesa de berenjena, imposible más rica; o el Pollito al jugo ($ 9.000), hecho a la parrilla, con puré de papas.

Bunsik 1989

Bunsik abrió en 2019 en la calle Río de Janeiro, pleno barrio Patronato, y es el referente si te gusta la cocina coreana y lo que buscas es una propuesta, sabrosa y accesible, con las 3B: bueno, bonito y barato.

De hecho, lo más probable es que te encuentres con fila previo a la apertura, que es a las 12.30 PM.

Aquí el menú está en la pared de la entrada, para que lo veas, pidas, pagues y entonces te den un timbre para buscar tu bandeja cuando éste suene.

Además, en la entrada puedes ver  los tempura disponibles, que se rebozan en una capa de harina delgada para luego freírlos. ¡Una delicia!

Como el Ají ($ 2.000), relleno de fideos de camote y pino de cerdo; o Kimari ($ 1.000) de los mismos fideos y vegetales.

Otros imperdibles son los Kimbap ($ 1.600), rollo de arroz envuelto en algas que puedes pedir con distintos rellenos, como atún ($ 2.000); o verduras ($ 1.600).

Además de platos como Tteokbokki ($ 5.000), un caldo concentrado y picante, que viene con un huevo, masas de pescado y de arroz, como los dok bok ki, que tienen una textura similar a los ñoquis de arroz, y forma alargada.

Barra de Pickles

Barra de Pickles, la misma que fue el hit de Factoría Franklin, acaba de trasladarse a Ñuñoa, con carta ampliada, agenda cultural y, lo mejor, abierta de lunes a domingo.

Ahí los protagonistas son los pickles y salsas de By Maria, que se hacen en subterráneo del mismo lugar.

Los que puedes probar en versiones como la Pichanga tradicional ($ 5.500), un mix de pickles como pepinillos, zanahorias, coliflor y cebolla, más queso mantecoso, aceitunas y fiambres, aceite de oliva, pimienta y sal marina.

Además de sanguchitos en marraqueta, como el de arrollado huaso ($ 8.000), con queso mantecoso, pickle de cebolla morada o de ají verde, mix de hojas verdes, mostaza dulce y gotas de limón.

Puede ser con mayonesa casera o veganesa en sus versiones clásica o sriracha (picante).

Y si de novedades se trata, tiéntate con la Cheesburger con papas fritas ($ 10.500), en pan de papa, con queso americano, pepinillos, cebolla morada y salsa de la casa. Ojo, que no se te olvides pedir el punto de cocción de tu hamburguesa.

También la Mechada BBQ-Queso ($ 9.000), en un pan de molde brioche, con mantequilla, carne mechada con salsa BBQ y queso mantecoso fundido.

Con Agallas

Con Agallas es la pescadería que abrió su primer local en abril de 2022 en Av. Ricardo Lyon, donde la base es la pesca fresca, artesanal y del mar chileno como estandarte.

Y donde de martes a viernes, entre las 12 PM y 6.30 PM, y los fines de semana de 12 PM a 4.30 PM, funciona la barra de mar.

Una instancia en que puedes probar en algunas mesas puestas en la terraza, los platos con los productos fresquísimos que venden en el lugar.

Entre sus imperdibles están el Ceviche del día ($ 9.990), que puede ser de reineta o bonito, con aceite de oliva, sal, pimienta, un toque de limón, mayonesa, mostaza a la antigua y encurtidos de cebolla.

Además del Mariscal frío ($ 12.990) una vinagreta caldo de almejas con piure, reineta, jibia, camarón nacional y chochas. Viene con su típica salsa verde; o el Ceviche de chochas ($ 11.990), con caldito frío, salsa verde y ají.

También el Crab roll ($ 9.900), que es un pan brioche tostado en mantequilla, con carne de jaiba al limón y salsa de mayo con sriracha; o la Tostada de camarón ($ 7.990), una masa de maíz crocante, con camarones, semilla de mostaza y un toque de miel de palma, con manzana verde cortada en brunoise.

Guksi

No te imagines un gran local en términos de espacio, porque Guksi cuenta sólo con una barra. Aunque si hablamos de sabor hablamos, de seguro lo amarás.

Te hablamos del local a cargo de Woosuk Han, más conocido como Chef Han, quien acaba de sacar un libro con las recetas coreanas e historias que han marcado su vida; Sandro Yoon y @buena.tuni.

Ahí, puedes probar un imbatible Pollo frito (de $ 4.000 o $8.000 dependiendo de la cantidad), mega crujiente, que viene con una mermelada de mora y un toque de aceto balsámico, más algunos secreto del lugar.

Además del Guksi ($ 10.000), plato tradicional de Corea del Sur que consiste en fideos de trigo artesanal, hechos en un caldo de pollo concentrado de al menos seis horas de cocción, más una salsa XO, secreto de la casa, láminas de pollo, carne, cerdo, dientes de dragón y zapallo italiano.

Lo puedes pedir en tres versiones: tradicional o picante, este último con picante moderado, más que nada sabroso.

La Vermutería del Pobre Vermut

Ojo, que este lugar abre sólo los fines de semana.

A la La Vermutería del Pobre Vermut la encuentras dentro de la Factoría Franklin, y es un imbatible si lo que buscas es un buen lugar, ambiente, sabor y buen precio. ¡Llega temprano que se llena!

Cuenta con barra y algunas mesas y está a cargo de a cargo de Criss Vargas, Carolina Marambio y Carlos Díaz, barman y mixólogo.

Este último también es creador del Pobrevermut, el vermut artesanal chileno con botánicos endémicos que, a grandes rasgos, es un vino fortificado y la estrella de esta barra.

El que aquí encuentras en dos variedades: blanco y rosso.

Lo puedes probar solo ($ 4.500) o si lo prefieres con soda ($ 4.500). También lo puedes pedir con tónica ($ 5.000) o con ginger beer y pomelo ($ 5.500).

Además, hay una carta con muy buenas opciones para compartir, como la tortilla trufada ($ 11.900), que es una tortilla de papas, con huevos, cubos de pastrami artesanal, cebolla caramelizada, perejil y queso; o el Hummus ($ 6.900), acompañado de tomates asados, champiñón al ajillo, encurtidos By Maria y tostadas.

Otros imbatibles son los los macarrones ($ 6.900), que son los clásicos Mac&Cheese, acompañados de una salsa de tres quesos, trozos de pastrami, ciboulette y parmesano gratinado; y La Milanga ($ 7.900), de vacuno, con salsa pomodoro, queso parmesano y huevo frito.