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Reabre Torremolinos, la clásica y querida fuente de soda del barrio Lastarria

Por Loreto Gatica24 Ago 2020

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Reabre Torremolinos, la clásica y querida fuente de soda del barrio Lastarria — Foto: Valentina Miranda Vega

Torremolinos es la fuente de soda que encuentras hace más de 30 años en Lastarria, a cargo de Roberto Opazo. Tras cinco meses cerrada, acaba de abrir con sus clásicos sánguches en formato para llevar.

Torremolinos es la fuente de soda ubicada hace más de 30 años en calle Lastarria, casi en la esquina con la Alameda.

La misma que siempre ha sido atentedida por Roberto Opazo, a quien puedes ver a cargo de una antigua e icónica caja registradora y, que según cuenta, jamás había cerrado, ni para tomarse vacaciones.

“Aquí llegamos cuando no existían los edificios, fuimos de los primeros en el barrio. Estaban sólo el bar Berri y el cine El Biógrafo“, cuenta Don Roberto.

Eso, hasta ahora que por efectos del estallido social y luego por la pandemia estuvo cerrada durante más de cinco meses.

Pero para alegría de sus fieles parroquianos, el Torremolinos acaba de reabrir con todas las normas de seguridad y en formato para llevar. “Si no abríamos nos moríamos de la pena”, cuenta don Roberto, quien trabaja con su equipo hace al menos 29 años.

Es decir, aún no es posible probar sus platos clásicos de la cocina chilena, como la cazuela y los porotos granados, pero sí puedes pedir sus opciones de sánguches, hechos en el momento en su larga barra con plancha a la vista.

¿Y qué días? De lunes a domingo, desde las 10 AM.

Y como ya te contamos, en formato para llevar. Todavía falta para poder sentarse en sus mesas de melamina y cucuruchos de servilleteros gigantes, con dispensadores de mostaza, ají y kétchup.

Tampoco es posible pedirlo por delivery, aunque puedes ver su carta en su Instagram: @torremolinosrestobar

Torremolinos: un mordisco a la nostalgia

Si se trata de los imperdibles del Torremolinos, hay que probar sus completos, como la vienesa italiana ($ 1.800), con el pancito crujiente pasado por la plancha y una buena cantidad de palta recién molida, tomate y mayonesa.

También el churrasco italiano ($ 4.200), en un pan frica de corteza crocante que se pasa por la plancha para untar la miga en el juguito de la carne.

Otra alternativa es el barros luco palta ($ 4.900), con esa adictiva combinación de palta y una buena dosis de queso derretido. O el lomito completo ($ 4.200), con mayo y crucrut.

Y si vas en la mañana, puedes pedir la paila de huevos ($ 1.600), que incluye té o café. A esa hora también encuentras el sánguche de jamón queso ($ 1.600), bien calentito para partir el día.