Los imperdibles de Mateo Iribarren

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Los imperdibles de Mateo Iribarren

El actor de la serie Bala loca (Chilevisión) y de la obra Trevor (Teatro Mori P. Arauco) se deja caer seguido en Plaza Ñuñoa. Recomienda la gastronomía de La Vinocracia y la música en vivo de La Batuta.

Por Evelyn Briceño

 

—¿Qué barrio prefieres para salir?
—Plaza Ñuñoa. Hay de todo y para todos. Soy ñuñoíno de toda la vida y uno de los fundadores de la bohemia de esa zona. Fui quien inventó La Batuta (Jorge Washington 52), que hasta hoy es un gran lugar para oír música en vivo.

 

—Y ahí, ¿adónde ir a comer?
—A la Vinocracia (Av. Irarrázaval 3470). Es un restaurante con más de mil etiquetas de vinos. De su cocina tienen que probar sus erizos con un vino blanco muy frío.

 

—¿En qué barra festejas tus estrenos?
—En La Destilería (Manuel de Salas 155). Es la mejor de Chile, por lejos. Buen ambiente y todos los tragos que quieras.

 

—Como viviste en Bulgaria, recomienda un lugar de allá.
Sozopol es un balneario muy bello en el mar Negro. Pasé ahí un verano muy placentero hace bastantes años ya. Muy recomendable.

 

—¿Alguna lectura imperdible?
—Acabo de terminar Háganme callar, de Mónica Echeverría. Un libro valiente, que dice las cosas por su nombre ($ 15.100 en Qué Leo, Av. Simón Bolívar 4800, local 106).

 

¿La mejor serie actual, aparte de Bala Loca?
—River, una serie inglesa maravillosa, con un personaje central entrañable, que tiene su cabeza llena de fantasmas. Una serie policial plagada de sutilezas y momentos maravillosos” (en Netflix.com).

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