Es fácil perder la cuenta del número de títulos -lease películas y series- inspirados por cómics, como es el caso de El Asesino, que han llegado al streaming solo en los últimos meses.

Muchos de los cuales han encontrado su mejor vitrina y un socio de producción en plataformas como la de Netflix, que con esta cinta reafirma su vínculo con David Fincher.

El realizador que ya había tenido como aliado creativo y monetario al servicio, desde House of Cards, pasando por Mindhunter y Love & death & robots, hasta su monumental Mank.

Para ahora de su mano debutar en el ámbito de la adaptación de una historieta, tomando como inspiración la creación francesa del escritor Matz y el dibujante Luc Jacamon.

La que bajo el nombre original de Le Tueur –El Asesino en la edición española de Norma Editorial- mostró al mundo la historia de un sicario bajo un halo de misterio e introspección.

Un sicario bajo la piel de Fassbender

Los mismos elementos que son claves en la mirada que de ella realiza Fincher, como también el monólogo interior del protagonista, parte central del filme al igual que en el cómic.

Así, los pensamientos y reflexiones de su protagonista, conocido solo como El Asesino (un preciso Michael Fassbender), reemplazan la mayor parte de los diálogos en la cinta.

Lo que permite apreciar la forma de ver la vida y su profesión que tiene este particular personaje, que articula las casi dos horas de un thriller estilizado, con mucho de cine negro.

Donde están presentes la metodicidad del sicario y la que siempre ha sido parte de la filmografía de Fincher, con tomas y escenarios milimétricamente planeados y ejecutados.

Como cuando el criminal se prepara para un trabajo mientras oye a The Smiths en sus audífonos y el espectador escucha o no a Morrissey dependiendo si el plano es general o subjetivo.

Un trabajo que termina muy mal

Un ejemplo de los detalles que harán las delicias de los seguidores de la obra del cineasta, en un largometraje que guía casi hipnóticamente por una trama de ritmo preciso y constante.

La que se inicia en un la capital gala, donde El Asesino espera eliminar a su blanco -¿un político, un empresario?-, mientras por su mente se cruzan frases célebres y normas de vida.

Sin embargo, la rigurosidad no está de su lado por esta única vez y el trabajo termina muy mal, obligándolo a abandonar rápidamente suelo francés tras reconocer el error ante su jefe.

Pero en el mundo en que se devuelve no se permite este tipo de descuidos y al llegar a su escondite en Santo Domingo descubre que su pareja ha pagado las consecuencias.

Lo que empuja a El Asesino a una búsqueda por venganza que lo llevará a diferentes rincones de EE.UU., mientras despliega la habilidades que lo tenían en la élite de su profesión.

En una serie de “visitas” que comenzarán a restar habitantes a ciudades como New Orleans y Chicago, y sumar a actores como Charles Parnell y Tilda Swinton a una imperdible cinta.

Ver en Netflix