Más allá de la Luna es de esas películas dirigidas al público infantil que tienen la gracia de conquistar también a los adultos.
Así que ya pueden organizar una tarde familiar con palomitas de maíz, para emocionarse con la segunda cinta animada original de Netflix tras Klaus, esa que obtuvo una nominación al Oscar con su historia sobre el origen del Viejo Pascuero.
Es una coproducción del gigante de streaming junto a Pearl Studio, el mismo detrás de Abominable, y que dirige Glen Keane, leyenda de la animación que trabajó en Disney y que en 2017 ganó un Oscar con su cortometraje Dear basketball: la leyenda de Kobe Bryant.
Acá, muestra al mundo una milenaria leyenda china, la de Chang’e, la diosa que vive en el lado oscuro de la Luna.
En ese país, los niños crecen escuchando historias sobre esta mítica diosa a la que dedican hasta una celebración, el Festival de Otoño o Festival de la Luna.
Fei Fei es una de las niñas fascinadas con los relatos acerca de Chang’e, los que les contaba su madre hasta antes de que esta muriera.
Ahora vive con su conejo Brincos y con su padre, a quien ayuda a vender los pasteles de luna o mooncakes.
Pero el ánimo de Fei Fei cambia cuando su papá conoce a una nueva pareja, quien además tiene un hijo, el travieso Chin. Ella no acepta a esta nueva “familia” y tampoco que se padre olvide a su madre.
Aventura más allá de la Luna
Fei Fei es una niña inteligente y amante de la ciencia y cree que usando sus conocimientos podrá “recuperar” a su padre. ¿Cómo? Construyendo un cohete que la lleve a la Luna y demostrar así que Changé existe, trayendo también el recuerdo de su madre.
Magicamente su idea funciona y gracias a dos Leones de Fu llega al satélite natural de la Tierra junto a Brincos, Chin y la rana del niño.
Allá se encuentran con una sorpresa: Chang’e realmente existe y es la reina de Lunaria, un lugar luminoso y estrafalario, que parece sacado de la imaginación de Joan Miró, en el que hay armadillos verdes y gallinas motoqueras.
En ese reino la diosa vive eternamente esperando a su amado y la acompañan el Conejo de Jade y una extrañas criaturas coloridas que crearon sus lágrimas.
Una aventura fascinante que recuerda a la de Alicia en el País de las Maravillas y que llevará a Fei Fei a un viaje más allá de la Luna.
Eso, porque en este lugar podrá finalmente aceptar el duelo de la muerte de su madre y aprender que tras las pérdidas es posible enfrentar y adaptarse a los cambios y volver a amar.
Toda una historia de aprendizaje que se cuenta con magia -la que hay en la Luna, pero también en el pueblo flotante donde está su hogar- y también a través de la música, en una canciones que juntan a Broadway, el k-pop y las demostraciones vocales a lo Beyonce.