Las mejores series que se estrenaron en Netflix durante el 2021
Varias son las series de Netflix (producciones propias de la plataforma) que se estrenaron el año pasado y que dieron que hablar. Acá, nuestras recomendadas para maratonear y ponerse al día con las producciones que se te pasaron.
Mar de la Tranquilidad
Netflix vuelve a apostar por las series surcoreanas y de elevado nivel de producción con Mar de la Tranquilidad, que se basa en un cortometraje homónimo de su director, dividida en ocho episodios marcados por la ciencia ficción y el suspenso, y cuyo elenco incluye a actores como Bae Doona (Kingdom) y Gong Yoo (Estación zombie).
Ellos son los protagonistas de la historia que se ambienta en un futuro cercano, cuando la Tierra está desertificada, ya que se secaron ríos y mares alrededor del planeta, y el consumo de agua contaminada ha elevado el nivel de enfermedades a nivel mundial.
Donde este elemento es un bien preciado y al alcance de unos pocos, como en Corea del Sur, donde el Comité Nacional de Medidas de Supervivencia Humana se encarga de distribuirlo, haciendo diferencias entre las clases sociales y niveles profesionales.
También es el elemento central de la peligrosa misión de un grupo de astronautas y científicos a la Estación de Investigación Lunar Balhae, centro de investigación donde hace cinco años ocurrió una tragedia que cobró las vidas de los 117 miembros y donde ahora suceden extraños hechos.
Misterios que son uno de los ejes de esta producción, que logra enganchar al espectador gracias a su elenco y su buena mezcla de suspenso y ficción, pero que por momentos se torna demasiado lenta y algo monotemática.
Arcane
Un videojuego inspira una de las series animadas más destacables del último tiempo. Se trata de League of Legends, popular juego online donde equipos de 10 competidores se enfrentan en una arena virtual.
Y cuyo universo ahora se expande, llevando la historia años antes de la ambientación original del videojuego para conocer los orígenes de algunos de sus competidores, como Vi, Jinx, Jayce, Viktor y Caitlyn.
Una historia de origen, dividida en tres épocas y que está anclada en la búsqueda de justicia e igualdad, como también en el deseo de poder. Donde los lazos afectivos se hacen más fuertes o se destruyen definitivamente.
Son nueva capítulos los del espacio, realizado por el estudio francés Fortiche, que ya ha colaborado con Riot Games, y que mezcla la animación tradicional con la 3D para conformar una de las mejores series de su tipo.
Quédate cerca
Luego del debut de El inocente y Por siempre jamás, 2021 se despidió con el estreno de la nueva serie inspirada en las novelas de Harlan Coben que forma parte del millonario acuerdo entre el escritor y Netflix.
La quinta apuesta del servicio de streaming con la firma del autor también se ambienta en Reino Unido, repitiéndose además el nombre de Richard Armitage, quien ya protagonizó No hables con extraños.
El actor inglés difiere es Ray Levine, un reportero gráfico que pasó del documental a la fotografía menos seria y que ha suprimido de su memoria un evento traumático de hace unos años.
Sin embargo, el relato también tiene otros protagonistas: Megan Pierce (Cush Jumbo), una acomodada madre de familia que está a punto de casarse con su pareja de 16 años, y Mike Broome (James Nesbitt), un detective de la policía obsesionado con un caso sin resolver.
Tres personajes alrededor de los cuales se van cimentando los intrincados ochos capítulos que componen la narración de este thriller, quienes comparten otro hecho: los secretos y asuntos sin resolver de sus respectivos pasados vuelven para perturbar su presente.
El afecto del rey
Nuevamente un manhwa, o cómic surcoreano, luego transformado en webtoon, es la base de un k-drama que tiene al romance como un ingrediente esencial. Su nombre original es Yeonmo y llegó a Netflix convertido en una serie llamada El afecto del rey, que está compuesta de 20 episodios.
Los que combinan lo romántico con lo histórico, y algo de fantasía, ya que el espacio se ambienta en la Dinastía Joseon y se inicia cuando la princesa heredera Han (Han Chae-ah) está a punto de darle un hijo al príncipe heredero Hyejong (Lee Pil-mo). Pero no solo nace un niño, sino que también una niña.
Sin embargo, el tener gemelos es signo de mala suerte, por lo que el rey, a través de su consejero Lord Sangheon (Yoon Je-moon) -quien es además padre de la princesa Han-, ordena eliminar a la pequeña. Aunque la reciente madre es más astuta y logra sacar a su hija del palacio y enviarla lejos.
Lo que ella no imagina es que más de una década después la niña, llamada Dam-yi (Choi Myung-bin, retorna desconociendo su identidad y se convierte en parte de la servidumbre real. Labor en la que el destino la pone frente a frente con su hermano, el príncipe Lee Hwi (la misma Choi).
Las cosas solo se complican y Lee Hwi muere en un confuso incidente orquestado por Lord Sangheon, obligando a la ahora reina Han a poner a su hija -a quien conoció hace poco- en el lugar del heredero. Algo que continúa haciendo por 10 años, hasta llegar a ser un juvenil príncipe que se reencontrará con su primer amor.
Rumbo al infierno
La nueva serie surcoreana de Netflix carga con el peso de debutar después del fenómeno mundial en que se convirtió El juego del calamar. Un desafío detrás del cual se encuentra Yeon Sang-ho, quien hace cinco años sorprendió a la crítica y el público con Estación zombie.
El realizador que junto al dibujante Choi Gyu-seok creó la webtoon, o historieta digital, titulada Infierno, que explora la historia de cómo surge el caos social después de que suceden graves hechos paranormales, que son aprovechados por un grupo religioso y que llegó al streaming convertido en una atrapante serie.
La cual está compuesta de seis episodios y donde terroríficas criaturas de gran tamaño y musculatura, que parecen estar compuestos por humo, atacan violentamente a personas que estarían destinadas a ir al infierno.
Hechos que para los integrantes de La Nueva Verdad, organización religiosa liderada por el Presidente Jung Jin-soo (Yoo Ah-in), son obras de Dios, quien los envaría para castigar a los pecadores y mandarlos al infierno.
Así, entre lo paranormal y el fanatismo, el drama y la violencia, se va desarrollando Rumbo al infierno, donde además son claves, para mantener siempre en alerta al espectador, diferentes revelaciones y un traslado a cuatro años en el futuro, donde cambia su protagonismo.
Una historia real
La comedia ha sido y es el eje de la carrera de dos décadas de Kevin Hart. Sin embargo, el drama se ha ido escabullendo lentamente en su camino profesional con cintas como Amigos para siempre (2017) y Paternidad (2021), además de la nueva serie Una historia real.
Un espacio original de Netflix, creado por Eric Newman (Narcos), que llega al streaming con un total de siete capítulos que tienen como protagonista a un exitoso comediante y actor llamado Kid, que comparte con Hart su profesión y el haber nacido en Filadelfia.
Precisamente a esa ciudad llega la gira de su espectáculo de stand-up, lugar donde se encuentra con Carlton (Wesley Snipes), su hermano mayor que en varias ocasiones lo ha metido en problemas.
El mismo que tras una noche de juergas lo involucra en una seguidilla de malas decisiones, que hasta incluyen la presencia de matones griegos y una impactante revelación para el protagonista.
Y a pesar de la violencia de algunos actos, es el drama el que guía el conflicto de la serie en medio de una narración contenida y correcta.
El tiempo que te doy
Hasta hoy las sitcoms y series animadas son las que generalmente ofrecen capítulos que no superan la media hora de duración. Sin embargo, El tiempo que te doy llegó a Netflix para hacer historia como su primera producción dramática de emisiones aún más cortas.
Esto porque cada episodio dura 11 minutos, sin contar los créditos. Todo un desafío de desarrollo temporal que nació de las mentes de los realizadores y guionistas Pablo Santidrián e Inés Pintor, y la actriz Nadia de Santiago.
A quien el público del servicio de streaming conoció por su papel de Marga Suárez de Las chicas del cable y hoy se convierte en Lina, la protagonista de un espacio que además juega con el pasado y el presente para mostrar cómo ella supera su ruptura amorosa con Nico (Álvaro Cervantes).
“Cada día pensaré un minuto menos en él y así será un minuto menos de tristeza”, afirma Lina y la serie lo refleja en pantalla literalmente, estando en su primer episodio un minuto en el presente y diez en el pasado, para ir dando cada vez menos minutos a lo que pasó ayer.
Así va mostrando cómo la pérdida lentamente va siendo reemplazada por la esperanza, en un relato fácil de seguir y apreciar, tanto por lo corto de sus 10 capítulos como por la cercanía que su historia y protagonistas generan en el espectador.
Maya y los tres
Tras darse cuenta de que la fantasía europea y estadounidense dominaba la pantalla, el animador Jorge R. Gutierrez (El libro de la vida) decidió que su próximo proyecto le mostraría la mitología mesoamericana al mundo.
El mismo que estrenó Netflix con esta serie animada que, a lo largo de sus nueve y coloridos, episodios muestra la historia que vive la valiente princesa Maya, la hija adolescente del rey del ancestral pueblo teca, quien tiene una misión para salvar la humanidad: llegar hasta la Puerta Divina para confrontar al malvado Mictlán. Aunque esa tarea debe cumplirla junto a otros tres guerreros.
Estos son el Gallo Guerrero, la Calavera Guerrera y el Puma Guerrero, pero antes debe encontrarlos en los otros tres reinos que conforman su antiguo mundo. Una aventura que emprenderá bajo la personalidad del Águila Guerrera y en compañía del jaguar Chiapa.
Todo en una acertada apuesta por la cultura mesoamericana y su mitología, que revive ante el público infantil y familiar de hoy, gracias a la fantasía, en esta serie de destacada factura, que también habla de empoderamiento femenino, familia y amistad.
Misa de medianoche
Con La maldición de Hill House y La maldición de Bly Manor, el realizador estadounidense Mike Flanagan vino a hacer historia con el género del terror en la pantalla chica. De la cual escribe otra inquietante página con su nueva creación para Netflix: Misa de medianoche.
La serie original con la que deja atrás señoriales y embrujadas casonas, con esta historia de siete capítulos que tiene como escenario la Isla Crockett y su menguante población de poco más de 120 habitantes.
Lugar hasta donde llega un nuevo sacerdote, quien tienen un plan para sus feligreses: hacer que los milagros sean parte de sus vida. Situaciones que se van presentando de forma pausada en esta historia, donde el temor es generado por un sentido religioso al borde del fanatismo y la intolerancia de varios personajes.
Y donde, además, queda de manifiesto la creatividad del realizador al hacer la serie una apuesta muy diferente a lo que ya había ofrecido, que lleva al espectador por un inquietante camino, cuyo clímax se toma su tiempo en llegar. Pero cuando lo hace, lo confirma como uno de los nombres esenciales del horror actual.
Colonia dignidad
El nombre de Paul Schäfer y su “sociedad benefactora” marcan un sombrío pasaje de la historia reciente de nuestro país. Los mismos que ahora reviven en la nueva y completa docuserie original de Netflix titulada Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile.
Comienza introduciendo a la figura del líder alemán desde que vivía en Alemania y se hizo de un nombre como evangelizador y consejero de jóvenes, hasta su llegada a Chile, donde en 1961 comenzó escribirse la oscura trayectoria de Colonia Dignidad, escenario de graves situaciones y abusos orquestados por Schäfer.
De hecho, varios de los protagonistas del relato son los mismos colonos que vivieron junto al líder de la secta y sufrieron de su mano dura y sus abusos. Como el chileno que se transforma en narrador de la serie: Salo Luna.
Un espacio compuesto por seis capítulos y hecho por la productora germana Looks Medienproduktionen, que se convierte en una de las más completas crónicas en torno al aterrador enclave germano.
Las cosas por limpiar
Luego de llamar poderosamente la atención con su desempeño en roles secundarios en la serie Fosse/Verdon y la cinta Había una vez en Hollywood, la joven actriz estadounidense Margaret Qualley confirma todo su talento en el papel principal de Las cosas por limpiar.
La serie original de Netflix creada y producida por Molly Smith Metzler (Shameless) en base a Maid: hard work, low pay, and a mother’s will to survive, la memoria de Stephanie Land que se transformó en uno de los libros más vendidos de 2019 en Estados Unidos.
Así llega a la pantalla la historia de Alex (Qualley), una veinteañera de Alaska que, motivada por la actitud cada vez más violenta de su pareja, Sean (Nick Robinson), decide abandonar la casa remolque que habitan, en el comienzo de un periplo pleno de desafíos para esta mamá soltera.
A lo largo de 1o capítulos se va desarrollando esta crónica sobre abuso, pobreza y esperanza, que aquí enfrenta una joven madre de EE.UU., pero es reflejo de lo que experimentan mujeres de todo el mundo. Lo que la convierte en una sobrecogedora y actual serie, donde sobresale Margaret Qualley.
El juego del calamar
En todo un fenómeno de audiencia se transformó este k-drama o serie surcoreana, que a través de nueve capítulos presenta una singular historia que mezcla drama con violencia para mostrar cómo decenas de personas apuestan la vida por los millones de un arriesgado juego.
El cual se inspira en uno de los pasatiempos de los niños surcoreanos que ha traspasado las décadas y que, como lo muestran las imágenes iniciales en blanco y negro del espacio, se jugaba sobre una figura marcada en la tierra que simulaba un gran calamar.
Juego al que su protagonista principal, un hombre agobiado por las deudas, decide sumarse y llega a un sitio que convoca a los 456 participantes de una competencia que lidera un enmascarado.
La que constará de varios juegos y monitorean decenas de hombres vestidos de fucsia y con sus rostros cubiertos y donde algunos concursantes hasta resultan muertos.
Una mortífera competencia que es el arco principal de la narración de El juego del calamar -al que se suma una subtrama con un policía encubierto-, donde la violencia y la muerte se unen al drama y muy buenas actuaciones, conformando una serie para adultos que solo ratifica el gran nivel alcanzado por los k-dramas.
Punto de inflexión
Justo antes de cumplirse 20 años de los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, Netflix estrenó esta recomendable serie documental, que lleva por subtítulo “el 11S y la guerra contra el terrorismo”.
Se suma así la larga lista de títulos que se han estrenado en las últimas décadas sobre estos hechos y que se han abordado desde diferentes aspectos.
Pese a eso, Punto de inflexión merece ser visto, porque en sus cinco capítulos profundiza en el antes y después de los atentados, retrocediendo incluso hasta los años 80 en Afganistán, para explayarse sobre la situación política y social que dio origen a Al Qaeda, por ejemplo, en el primer capítulo.
Luego, en los siguientes muestra también las consecuencias de los ataques, con la guerra que inició el presidente George W. Bush y recordando oscuros pasajes de la historia recientes como el centro de detención de Guantánamo, en Cuba.
Post mortem: nadie muere en Skarnes
El poblado de Skarnes es el escenario de esta serie nórdica, donde un inesperado descubrimiento viene a sacudir a una de las familias del lugar, luego de que encuentran un cadáver en un sector rural.
Es el de la treintañera Live Hallangen (Kathrine Thorborg Johansen) y presenta indicios de muerte natural, sin participación de terceros. Lo inusual comienza después, cuando su hermano Odd (Elias Holmen Sørensen) y su padre Arvid (Terje Strømdahl), que manejan la funeraria familiar, deben ir a buscar el cadáver, ya que no existe una ambulancia para que cumpla esa labor.
Poco después, en la morgue y cuando dos tanatólogos comienzan con la autopsia de rigor, ella vuelve a la vida ante el susto y la sorpresa de los médicos.
Desde entonces las cosas se empiezan a complicar para Live y su familia, en especial luego de un accidente y de que comienza a sentir deseos de tomar sangre humana, apetito que la lleva a actuar irracionalmente.
Así, con una inusual mezcla de conflictos mundanos con lo sobrenatural, algo de suspenso y bastante de humor negro, la serie va dibujando en seis capítulos su singular historia. Una de las más inusuales e interesantes que desde Noruega han llegado a Netflix.
Clickbait
La nueva serie de suspenso de Netflix muestra cómo las redes sociales pueden afectar para siempre las vidas de las personas, cuando se desdibuja lo que es virtual y lo que es real.
Donde es clave el término que le da nombre: clickbait, que literalmente en inglés es “carnada de clic” y se refiere a aquel contenido de internet que tiene como objetivo llamar la atención para que las personas hagan clic en el enlace de una página web específica.
Su relato se divide en ocho capítulos centrados en un personaje determinado de su trama, comenzando con la emisión titulada La hermana, donde se presenta a Pia Brewer (Zoe Kazan), una joven enfermera que tiene una fuerte discusión con su hermano Nick (Adrian Grenier).
Pocos después ve una publicación de internet donde Nick aparece con heridas y sangre en su rostro, sosteniendo dos letreros donde se lee “abuso de las mujeres” y “con cinco millones de visualizaciones muero”, que pone a su hermana en una frenética búsqueda, mientras las visitas al sitio web se van multiplicando.
En cada uno de los siguientes episodios la narración llega a una conclusión que responde quién y por qué estuvo detrás del drama de Brewer y su familia. Una apuesta diferente que ofrece muchos detalles para que los amantes del misterio saquen sus deducciones.
Nuevo sabor a cereza
La novela de Todd Grimson es la base de esta singular serie, que mezcla el drama con el horror y la comedia negra para mostrar la historia de una aspirante a directora de cine en el Hollywood de los 90.
Ella es Lisa Nova (Rosa Salazar), una realizadora que tiene su futuro puesto en la película en que el reconocido director y productor de cine Lou Burke (Eric Lange) adaptará su corto. Hasta que descubre que él hará el largometraje sin ella y además trata de ahorcarla.
Choqueada, la joven recurre a una extraña mujer que conoció en una fiesta para que le haga una maldición al productor a cambio de un pago. Aunqueno es en dinero, sino que en gatitos que salen repentinamente de la boca de la chica. En el primero de los inquietantes y sorpresivos momentos que son parte del relato, junto a una enredadera que crece metros en horas o una tortilla de oreja humana.
Elementos que se combinan con un oscuro sentido del humor, en una apuesta arriesgada hecha solo para aquellos que se atrevan a navegar en su oscura y retorcida narración, obteniendo como recompensa uno de los momentos de entretención más inquietantes y singulares de la TV, el cable y el streaming de los últimos años.
Donde por momentos aparecen destellos de cintas del cine negro, o instantes y personajes que evocan el trabajo de David Cronenberg y David Lynch; e incluso rituales de vudú y magia negra similares a los que se veían en las viejas películas de matiné.
Navillera
A meses de la llegada de Dulce hogar a Netflix, otra serie surcoreana basada en webtoons, o historietas digitales, se sumó a los K-dramas de la plataforma: Navillera. A diferencia de la primera producción -donde las personas se convertían en monstruos-, esta se centra en un encuentro que cambiará las vidas de dos figuras muy diferentes.
La primera de ellas es Shim Deok Chul (In-hwan Park), quien ya se está acostumbrando a asistir a los entierros de colegas y amigos. El mismo que lleva algunos años jubilado, pero que al cumplir los 70 años de edad comienza a buscarle un sentido a su tiempo libre. Así concluye que quiere concretar su sueño de niño de estudiar ballet.
Y el segundo es Lee Chae Rok (Song Kang, también protagonista de Dulce hogar), un joven de 23 años que llegó a la danza emulando a su desaparecida madre, pero que en el último tiempo ha perdido la pasión por el baile, preocupado esencialmente por la salida de la cárcel de su padre. Un desgano que tiene muy preocupado a su profesor, el Sr. Ki (Tae-hoon Kim).
Sin embargo, los caminos de Deok Chul y Chae Rok convergen, dando inicio a una impensada amistad de dos hombres separados por los años y sus historias de vida, pero que encuentran un punto en su amor por el ballet. Lo que hace de Navillera una singular y dramática historia que se podrá conocer a través de los 12 episodios que la componen y que debutan semana a semana.
Hit & run
Lior Raz, el creador de la serie Fadua, vuelve a Netflix con una producción en la que es no solo el showrunner, sino también el actor principal y guionista. Un papel triple que vuelve a repetir para mostrar la atrapante historia de Segev Azulai (Raz), que, dividida en nueve capítulos, lleva al espectador por un recorrido pleno de suspenso que parte en Tel Aviv.
En esa ciudad, a su esposa, la bailarina estadounidense Danielle Wexler (Kaelen Ohm), la atropellan, lo que sume a Segev en un desconsuelo que luego se convierte en rabia cuando descubre que el hecho al parecer no fue accidental.
Con la ayuda de su prima, una oficial de la policía, comienza a rastrear más datos sobre los culpables de la muerte de Danielle. Una serie de sospechas y peligrosos individuos que lo hacen viajar a Nueva York, donde conoce oscuros secretos sobre su esposa, al que se irán sumando más revelaciones y mayores peligros, que obligarán a Segev a usar su conocimiento sobre armas y peleas.
En un intenso relato que logra con creces mantener al espectador interesado y sorprendido.
La cocinera de Castamar
Es una de las series más vistas en los últimos meses en España, al sumar casi dos millones de espectadores por capítulo. Y ahora debuta en Netflix con la historia inspirada en la novela de Fernando J. Múñez y que se ambienta en 1719.
Se centra en la joven y educada Clara Belmonte (Michelle Jenner), quien consigue un trabajo en las cocinas del Ducado de Castamar, hasta donde llega tras un difícil viaje, porque sufre de agorafobia y no puede estar en espacios abiertos. Lugar donde servirá al duque, Don Diego, y también a su madre, Doña Mercedes (Fiorella Faltoyano).
Con esto se unen los destinos de los protagonistas del espacio, a los que lentamente se van sumando varios personajes y conflictos e intrigas. También el romance, el que surge entre la culta y comprensiva Clara, y su patrón, Don Diego, como también a las maquinaciones que se tejen en torno al ducado, que revelan el peor lado de la aristocracia.
Un relato de época que no teme sumar bastante erotismo a sus bellos decorados y elaborados trajes y peinados, y que adquiere más ritmo e interés gracias a las subtramas que lo complementan, combinando el suspenso con el drama y el romance.
Lupin
Apenas comenzó el 2021, la serie francesa Lupin se convirtió en uno de los primeros sucesos del año, siendo la más vista en 10 países.
Un éxito avalado por su nivel de producción y talentos, con realizadores como la chilena Marcela Said y Louis Leterrier en la dirección y, especialmente, por el actor galo Omar Sy como Assane Diop, un confeso admirador de Arsène Lupin, el personaje literario creado por Maurice Leblanc, definido como un ladrón y un caballero, que en el espacio inspira el accionar de su protagonista.
Luego de los cinco primeros capítulos de su debut, regresó con su parte 2 y la misma cantidad de episodios, en los que continúa la rivalidad de Diop con el millonario Hubert Pellegrini (Hervé Pierre), el responsable de la muerte de su padre.
Nuevos desafíos y enfrentamientos para conocidos héroes y villanos, donde una vez más Assane deberá poner en marcha su genial visualización de los hechos y capacidad de engaño, siempre en compañía de su aliado desde la adolescencia, el anticuario Benjamin Ferel (Antoine Gouy).
Una combinación de suspenso, acción y sagacidad de su personaje principal, que fue parte de la primera parte de Lupin y que hoy retorna con nuevos capítulos que con seguridad no defraudarán a sus seguidores.
Sophie: un asesinato en West Cork
El productor ejecutivo de los premiados documentales Man on wire (2008) y Searching for sugarman (2012) está detrás de esta atrapante docuserie true crime estrenada en Netflix.
En tres capítulos revive el crimen que en 1996 remeció al pequeño pueblo costero de West Cork, en Irlanda, donde justo antes de Navidad apareció el cuerpo sin vida de una mujer.
Se trataba de Sophie Tuscan du Plantier, una guapa francesa, que solía codearse con la alta sociedad parisina por ser pareja del famoso productor de cine Daniel Toscan du Plantier.
Sophie solía ir siempre a West Cork, donde compró una casa, atraída por la tranquilidad y la belleza oscura de este lugar, en el que finalmente encontró la muerte.
Precisamente los habitantes del pueblo ayudan, a través de entrevistas, a reconstruir los últimos días de la víctima, entre ellos el hombre sospechoso de haberla asesinado: el intimidante periodista Ian Bailey.
Jóvenes altezas
Cada vez que Netflix da a conocer sus nuevos proyectos, los medios y el público tienden a compararlos con títulos ya conocidos de la plataforma. Algo que también ocurrió con la serie Jóvenes altezas, a la que se le vinculó rápidamente con The Crown y Élite.
Al primero, porque esta producción nórdica tiene como protagonista a un príncipe adolescente, Wilhelm (Edvin Ryding), y su trama muestra protocolos y conflictos que enfrenta la realeza.
En el caso de la segunda, se relaciona con que al joven lo envían a Hillerska, una exclusiva escuela. Sin embargo, él estará internado y no habrá ningún hecho criminal. Y hasta ahí llegan las comparaciones.
En cambio, lo que muestran sus seis capítulos es el paso a la adultez de este príncipe, el que afronta tratando de conciliar las complejidades y emociones que traen el primer amor y el deber con su madre y su patria. Una etapa complicada donde dudará muchas veces entre sus verdaderos afectos y lo que todos esperan de él.
Una apuesta por el drama, pero que nunca cruza la frontera de la sensiblería, donde en general se exponen conflictos que son universales y muchachos muy normales, tanto en apariencia como en sentimientos.
Esto es pop
Ay, el pop. Quizás el género musical más vilipendiado de la historia. Menospreciado también por investigadores y documentalistas, en desmedro de otros como el jazz o el punk, por poner dos ejemplos.
Pero la serie documental Esto es pop viene a hacer justicia a la música más popular y dejando de lado a sus nombres más obvios -Madonna, Michael Jackson, The Beatles- para centrar cada uno de sus ocho episodios en una escena, momento o banda en particular.
Como una declaración de intenciones, parte con un grupo ultra exitoso a mediados de los 90, pero olvidado hoy, Boyz II Men, un nombre con el que quizás no existirían Backstreet Boys, Nsync y todas las boy bands que proliferaron después.
Luego, desentrañar la magia que hay detrás de las canciones pegajosas de tres minutos con capítulos dedicados al auto-tune, el pop sueco, el country más comercial, el brit pop y el Brill Building, el edificio de New York donde se componían las canciones más exitosas de los años 60.
Desde el fundador de ABBA, Benny Anderson, hasta Linda Perry, además de Billy Bragg, Alan McGee y Suzanne Ciani aparecen entrevistados en esta docuserie que, al igual que las buenas canciones pop, deja con ganas de más.
Katla
Debajo de la capa de hielo del glaciar Mýrdalsjökull, en el sur de Islandia, se esconde Katla, un volcán tan gigante como activo que se convierte en el inesperado protagonista de la primera serie original islandesa de Netflix, donde el suspenso se mezcla con la ficción.
Un espacio de ocho capítulos que lleva hasta el remoto poblado de Vik, un año después de que el volcán subglacial hiciera erupción. Esto provocó la evacuación de los habitantes de ese pueblo vecino y que sus calles y casas quedasen cubiertas de ceniza volcánica. Una situación que 12 meses después no ha variado demasiado, mientras los científicos continúan monitoreando la actividad sísmica.
Pero extraños sucesos viene a cambiar la rutina, cuando comienzan a aparecer personas cubiertas de cenizas y a quienes se daban por perdidas por la erupción. También supuestamente retornan otras que estaban muertas.
Así, la serie va introduciendo al espectador en una historia en que se combina la devastadora fuerza de la naturaleza con hechos sin explicación. O tal vez simplemente sobrenaturales, que van más allá de la lógica y lo científicamente aceptable.
Donde cada uno de los personajes se enfrenta a peligros volcánicos, sustitutos y a problemas personales, tanto del presente como del pasado. Los que van sucediéndose cada vez con mayor celeridad, envolviendo al espectador en una trama que inquieta y atrapa.
Record of Ragnarok
Este anime se basa en el manga homónimo que debutó hace cuatro años en Japón, escrito por Shinya Umemura y Takumi Fukui e ilustrado por Chika Aji.
Dirigida al público masculino y adulto, denominado seinen en el amplio mundo del manga, su historia se inspira tanto por las deidades del norte de Europa como de otras mitologías y religiones.
Ahí, un amplio grupo de dioses se reúne cada mil años para discutir sobre la humanidad y si tiene derecho a vivir otro milenio más o enfrentar la aniquilación.
Pero en su último Consejo del Valhalla, la poderosa valquiria Brunilda plantea la posibilidad de que en vez de una destrucción masiva se lleve a efecto el Ragnarok o batalla final entre dioses y hombres.
Esa decisión da inicio a una serie de enfrentamientos uno contra uno, entre 13 dioses y 13 humanos, en el que gana el bando que primero logre siete victorias, y que son el eje de los 12 capítulos de esta serie violenta y colorida, hecha claramente para los seguidores del manga.
El Mito de Sísifo
En una Corea del Sur de 2020, pero profundamente ligada al planeta en un futuro no tan lejano, se sitúa este k-drama que el canal Joongang Tongyang Broadcasting Company (JTBC) produjo para conmemorar sus 10 años de existencia y cuyos extensos 16 capítulos ya se pueden ver en Netflix.
Comienza mostrando a una joven Gang Seo-hae (Park Shin-hye), una joven que viaja por el tiempo gracias a una luminosa máquina. Es así que aparece en la ciudad de Seúl del “pasado” junto a una maleta.
Pronto su destino se une al de Han Tae-sul (Cho Seung-woo), un ingeniero que además es el director ejecutivo de su exitosa compañía Quantum and Time.
Juntos comienzan una peligrosa aventura donde debe escapar de la Oficina de Control, que supuestamente mantiene un registro de los inmigrantes, y de otras oscuras figuras.
Así se van sucediendo viajes, desastres y misterios que tienen como eje a Tae-sul -y ”el cargador” o la máquina del tiempo que inventó-, a Seo-hae y a las inquietantes verdades que se van revelando.
Sweet Tooth
Como “el encuentro de Mad Max con Bambi” calificaron algunos a Sweet Tooth, el cómic creado en 2009 por Jeff Lemire y que gira en torno a un niño mezclado, parte humano y parte animal, en un planeta post apocalíptico.
Esa viñeta sirve de inspiración para la serie de Netflix, una de las más singulares y entretenidas apuestas de la plataforma para el público familiar, que tiene como productores ejecutivos a Robert Downey Jr. y su esposa Susan.
Un total de ocho episodios que se inician cuando la cepa viral H5G9, la más mortal desde la peste negra, ataca el planeta y provoca una crisis sanitaria de la que es testigo directo Aditya Singh (Adeel Akhtar), médico de uno de los principales hospitales de Essex County, que ve cómo el virus ataca a la mayor parte de la población de la ciudad y del mundo.
Pero también es testigo de otro fenómeno que ocurre en ese mismo momento: el nacimiento de niños que son mitad animales. Uno de ellos es Gus (Christian Convery), quien tiene astas y orejas de ciervo y quien, tras pasar casi una década escondido de los cazadores en un parque, sale para sobrevivir en un mundo post apocalíptico.
Una peligrosa aventura que vive junto a Jepperd (Nonso Anozie), su nuevo protector, y que más tarde se conecta con la historias del Dr. Sing y de Aimee (Dania Ramirez), en un relato tan entretenido como entrañable sobre la amistad, el miedo a lo diferente y la pertenencia y que ofrece un mensaje que se conecta con la actualidad, donde el aislamiento da paso a la esperanza.
¿Quién mató a Sara?
Nadie imaginaba la increíble recepción que obtendría la serie mexicana, creada por el chileno José Ignacio Valenzuela, que se transformó en el título en idioma no inglés más popular de la plataforma, con alrededor de 55 millones de suscriptores viéndola tras su debut, en abril pasado.
Ahora está de regreso con su segunda temporada, continuando la historia de venganza de Alejandro “Alex” Guzmán (Manolo Cardona), quien obtuvo su libertad después de 18 años en la cárcel por un crimen que no cometió: el de su hermana Sara (Ximena Lamadrid).
En sus nuevos ocho episodios la serie mantiene su principal característica, que es la de impresionar al espectador con inesperadas revelaciones y renovados conflictos. Además, la trama salta seis meses hacia el futuro y expone situaciones completamente diferentes y la primera de varias muertes imprevistas.
Llevando al público a bordo de una montaña rusa de emociones y peligros, que mantiene su mezcla de escenas ambientadas tanto en el presente como en el pasado, y villanos que todavía recuerdan a los grandes malvados de los culebrones mexicanos clásicos.
Y su final sorprenderá al mostrar al culpable de la muerte de la muchacha, dejando abierta la posibilidad de una tercera temporada.
El legado de Júpiter
Es la primera producción para Netflix con el sello de Millarworld, la editorial de cómics fundada por Mark Millar y que la plataforma compró en 2017.
Tiene como base una viñeta que el escritor tras Kick-Ass y Kingsman había hecho junto al dibujante Frank Quitely y para la que se inspiró en los hijos de estrellas de Hollywood que tratan de hacerse de un camino propio.
La idea que en el papel se convirtió en la historia de un grupo de jóvenes paladines que creció bajo la sombra de sus famosos padres superhéroes, a los que en algún momento deberán reemplazar en su tarea de defender a la Tierra de villanos cada vez más violentos.
Una historia que hoy llega a la pantalla con ocho capítulos que dividen su trama en dos relatos paralelos. Uno centrado en la actualidad, con el choque de generaciones que enfrentan sus protagonistas, y otro en el pasado, con el origen de los viejos superhéroes.
Con su mezcla de la fantasía del mundo de los superhéroes con dramas familiares y humanos, El legado de Júpiter se convierte en una de las más singulares apuestas de la ficción audiovisual reciente.
Además, reafirma completamente el sello del trabajo de Millar, creador detrás de disfuncionales héroes, que ha expuesto las debilidades y cuestionamientos morales de famosos personajes en cómics para Marvel, como en The Ultimates, la inspiración para la saga fílmica de The Avengers.
Halston
Roy Halston Frowick fue el famoso diseñador de moda que en los años 70 unió simpleza y elegancia y que comenzó a hacerse de un nombre tras diseñar el sombrero pillbox de Jackie Kennedy.
Su figura revive ahora en esta serie de Netflix, creada por Sharr White, pero que tiene como uno de sus guionistas y productores ejecutivos a Ryan Murphy, el denominado “Rey Midas” de la TV que ya ha legado a la plataforma de streaming títulos como The politician, Hollywood y Ratched.
El escocés Ewan McGregor se encarga de dar vida aquí al diseñador, que creció en una granja de Iowa y que se abrió paso en el mundo de la moda luego de abrir su propia tienda en Nueva York.
En cinco capítulos, la realización muestra las vivencias y el talento del creador, en medio del ambiente que en esa época se vivía en la Gran Manzana, con la discoteca Studio 54 como eje de la diversión de los ricos y famosos, donde Halston se codeaba con figuras de la música y el cine, como Liza Minelli (Krista Rodríguez).
Una vida de desenfreno y glamour, que Murphy y compañía llevan a la pantalla, lejos del brillo y colorido que acostumbra en su trabajo. Y aunque Ewan McGregor está al filo de la sobreactuación, a su favor hay que decir que el diseñador sí tenía ese tono de voz y la impulsividad con que se lo representa.
El inocente
Tras No hables con extraños y Bosque adentro, una nueva novela del autor estadounidense Harlan Coben llega a Netflix convertida en serie: El inocente, producción española de ocho capítulos que debuta por la plataforma con Mario Casas como su protagonista.
Aquí el actor gallego se convierte en Mateo Vidal, o simplemente Mat, un joven barcelonés que en el inicio del relato estudia Derecho. Luego, se le ve en la comparecencia de un juicio en el que lo condenaron a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente.
Un paso por la prisión donde fue víctima del maltrato, pero que llegó a su fin. Ahora trabaja en el bufete de su hermano y vive con Olivia Costa (Aura Garrido), su pareja y futura madre de su hijo. Pero el destino pone un nuevo escollo en su camino, cuando un desconocido le envía inquietantes fotos y videos relacionados con su mujer.
Una de las tantas piezas de este inquietante thriller, que presenta una sucesión de misterios, muertes y culpables que logran ocultarse hasta el último momento, dejando al espectador siempre al filo del asiento. Con instantes en que pareciera revelarse todo, pero que conducen nuevamente a un callejón sin salida.
Nada ni nadie son lo que parecen en esta miniserie, que tiene como su elemento clave los giros reiterados que da su historia. Los que confluyen en un final que con seguridad dejará a varios impactados y preguntándose por los límites de la inocencia.
Sexify
Una singular historia es la que presenta esta serie polaca, que protagonizan tres estudiantes universitarias, Natalia, Paulina y Monika, que buscan ganar una competencia de nuevas aplicaciones. ¿La suya? Una app enfocada en mejorar los orgasmos de las mujeres.
A lo largo de los ocho capítulos de esta primera temporada lleva al espectador a través de datos científicos, encuentros sexuales y el despertar emocional de sus protagonistas; además de la consolidación de su amistad y a darse cuenta que la sexualidad para las mujeres es demasiado diferente a la de los hombres.
Y mientras Natalia y compañía tratan de encontrar la “llave universal” del orgasmo femenino, también aparecen conflictos más dramáticos que le ofrecen diversidad al relato, como la tensa relación de Monika con su padre o la nula habilidad social de la ingeniera.
Todo lo que se complementa con una ambientación colorida, muchos símbolos fálicos y una banda de sonido que reafirma el tono sexual de la trama. Lo que hace de Sexify una serie solo para adultos, valiente y desinhibida, que sería aún mejor si sus episodios fueran un poco más cortos.
Sombra y hueso
“¿Y si la oscuridad fuera un lugar?”, fue la pregunta que Leigh Bardugo se hizo antes de escribir la primera de sus novelas, Sombra y hueso. Un libro que hizo literal la sombría metáfora de muchas fantasías y dio inicio a una trilogía que se convertiría en superventas.
La misma que, casi 10 años después de su publicación, llegó a Netflix convertida en una serie, que lleva de las páginas a la pantalla las aventuras de su joven protagonista, Alina Starkov (Jessie Mei Li), una chica que creció en el orfanato de Keramsiv y que trabaja como cartógrafa en el ejército de Ravka, un reino similar a la Rusia del siglo XIX.
En una misión militar, Alina descubre un poder que cambiará su existencia. Una empresa en la cual un grupo de soldados y grishas -personas que manipulan la materia- deberán cruzar la Sombra, una misteriosa “pared” de tinieblas que dividió a Ravka en dos y que oculta en su interior a terroríficas criaturas conocidas como volkras.
Es el inicio de una aventura marcada por la fantasía y también por tentaciones muy peligrosas, enfrentamientos con armas y con magia y el encanto de un nuevo mundo que es interesante tanto para jóvenes como adultos.
Sin olvidar la acabada puesta en escena de sus ocho capítulos, que combina los uniformes y decorados de la Rusia zarista del 1800, con la atractiva decadencia de la cosmopolita y misteriosa Ketterdam.
Dinero fácil: la serie
Ni más ni menos que el director italoamericano Martin Scorsese auspició el estreno en EE.UU. de Dinero fácil, dos años después de que la cinta de Daniel Espinosa, el realizador sueco hijo de chileno, debutara en cines nórdicos, convirtiéndose en fenómeno de taquilla.
Una película de suspenso y acción que en 2010 llevó a la pantalla Snabba cash, la primera de las novelas de la denominada trilogía de Estocolmo, de Jens Lapidus, y que fue seguida por dos secuelas. Y una década más tarde, inspira la producción original de Netflix, titulada Dinero fácil, la serie.
Una realización sueca de seis capítulos, que tiene entre sus productores al mismo Lapidus y une las vivencias de distintos personajes que habitan un barrio al norte de Estocolmo.
Entre ellos Leya (Evin Ahmad), una viuda y madre soltera que trabaja en un restaurante libanés y que tiene un gran sueño: poner en marcha su empresa emergente TargetCoach.
Para alcanzar su meta se vinculará con criminales, un peligroso movimiento que será clave en el devenir de la trama que va conformando un pequeño, pero complejo puzzle de nombres, sueños, deudas, peligros y sacrificio, que va llevando al espacio por un camino que, capítulo a capítulo, escala en suspenso y violencia.
Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba
En febrero pasado, Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba, el manga creado por Koyoharu Gotōge y publicado por primera vez en 2016, se sumó al selecto grupo de las historietas japonesas que superaron los 150 millones de copias en circulación.
Una muestra del fanatismo que poco antes se había ejemplificado el que la película Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba the Movie: Mugen Train se convirtiera en el largometraje de anime y la cinta japonesa más taquillera de todos los tiempos, tras su estreno en octubre de 2020.
Ahora llegó a Netflix la serie basada en el manga, una producción realizada por los estudios nipones Ufotable y que traslada a la pantalla las aventuras del joven cazador de demonios Tanjiro Kamado, en una primera temporada compuesta por 26 capítulos, de alrededor de 23 minutos de duración cada uno.
Es un imperdible no solo para los fanáticos del manga de Koyoharu Gotōge, o el anime en general, sino cualquier espectador con criterio formado que quiera disfrutar de un programa que no deja espacio al aburrimiento gracias a su imparable relato.
El que además cuenta con una buena cuota de comedia y algunos de los fondos y escenarios más bellos del género -como sus bosques nevados, los árboles floridos o un luminoso Tokio nocturno-, además de un nivel de animación remarcable.
La Serpiente
A comienzos de los 70, Charles Sobhraj ya tenía un largo historial como ladrón. Pero no sería hasta 1975 que comenzaría con las muertes que lo convertirían en La Serpiente, su apodo como psicópata y el mismo nombre de la nueva serie de Netflix.
Un espacio producido por la plataforma y la BBC que revive la figura de Sobhraj, quien pasó a la historia como el asesino serial que quitó la vida a una docena de los jóvenes que visitaban el sudeste asiático en plena época hippie.
Y cuyo primer capítulo, de un total de ocho, lleva al espectador hasta 1997, cuando un equipo periodístico logra entrevistarlo. Pero pronto retrocede al año 1976, cuando Sobhraj (Tahar Rahim) vive en Bangkok como el comerciante de piedras preciosas Alain Gautier, y donde comete sus fechorías.
La serie se luce con una buena ambientación de época y por un destacado elenco, encabezado por Rahim (Un profeta), quien muetra diferentes capas de Sobhraj, y Coleman (Victoria), como la temerosa y sometida Monique. Lo que convierte a La Serpiente en una las muy buenas adiciones al catálogo de series europeas de Netflix.
Ginny y Georgia
Hace dos décadas, las tristezas y alegrías de una joven madre y su hija quinceañera, en una apacible localidad de Nueva Inglaterra, conquistaron a los televidentes de Gilmore girls. Hoy, otra treintañera y su hija adolescente están seduciendo a la audiencia en esta serie original de Netflix.
Y al igual que en el espacio con Lorelei y Rory Gilmore, comparte con el espectador las vivencias de Georgia (Brianne Howey) y Ginny Miller (Antonia Gentry) en la ficticia ciudad de Wellsbury, también ubicada en Nueva Inglaterra.
Pero a diferencia de la más edulcorada Gilmore girls, Ginny y Georgia pone algo de oscuridad a su relato, con personajes afrontando la depresión y la autoagresión, y Georgia recurriendo al fraude y el robo para sobrevivir, luego de que impugnan la millonaria herencia que dejó su marido tras un accidente automovilístico.
Lo que puede alejar a quienes busquen una serie de tono más familiar, pero que al resto del público ofrece, a lo largo de sus 10 episodios, una convincente historia sobre crecimiento, aprendizaje y cambio, bien realizada y con buenas actuaciones.
Un falsificador entre mormones
Un hombre encuentra unos valiosos documentos que podrían cambiar para siempre la historia de la iglesia mormona y que vende en un desconocido mercado. Parece la trama de una series de conspiraciones, pero no, es el punto de partida de uno de los documentales originales de Netflix más comentados de este 2021.
Ese hombre es Mark Hofmann, el protagonista de esta docuserie y una especie de dealer de documentos históricos del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, más conocida como mormonismo.
Fue un desconocido hasta que en octubre de 1985 en su ciudad, Salt Lake City, Utah, se registraron tres explosiones que terminaron con dos personas muertas y el mismo Hofmann herido.
Pronto se descubrió al cupable los atentados y la verdadera historia de este dealer, la que se revisita en esta serie documental de tres episodios, que pasan del relato de conspiraciones a la investigación policial, y que se ven de una sentada de los atrapantes que son.
Tribus de Europa
La nueva apuesta de Netflix junto a la productora alemana W&B Television, la misma detrás de la aplaudida Dark, va más allá del Brexit y plantea una Europa disuelta tras una catástrofe en 2029.
Ese hecho es el Diciembre Negro y se relaciona con una gran falla tecnológica -”el apagón global”- que sumió en la oscuridad, literal y figurativamente, a los habitantes del Viejo Continente, el que ahora está dividido en varios grupos que luchan por sobrevivir.
Entre ellos la tribu de los Origines, pacífico clan que en 2074 vive en los bosques y al que pertenecen los hermanos adolescentes Liv (Henriette Confurius), Kiano (Emilio Sakraya), y Elja (David Ali Rashed), cuya tranquilidad se interrumpe cuando ven caer una aeronave, que pertenece a una tecnología que no es del mundo antiguo, sino que más avanzada.
Su piloto es de la tribu de Atlanta y porta con él un extraño objeto: un cubo que contendría la clave sobre un peligro inminente, que le entrega al quinceañero Elja y pide que cuide a toda costa.
Tras un ataque de los guerreros de los Cuervos, los hermanos dividen sus caminos, enfrentando aventuras, peligros y entornos hostiles, en un mundo distópico y con un elemento tecnológico clave.
Detrás de sus ojos
No la dejes pasar, que esta es la nueva serie adictiva de Netflix. Ya está dando que hablar, al igual que el desenlace de la novela homónima en que se inspira, que llevó a muchos de sus lectores a comentar en Twitter su conclusión bajo el hashtag #WTFThatEnding o “que mierda ese final”.
Ese libro de Sarah Pinborough llega ahora a la pantalla convertida en una miniserie de seis capítulos, con la historia de una joven madre soltera, Louise Barnsley (Simona Brown), quien tiene un encuentro con un desconocido a quien choca por accidente en la calle
Pero luego se entera de que ese hombre, David (Tom Bateman), es su nuevo jefe en la consulta psiquiátrica donde trabaja como secretaria. Además, está casado con la elegante Adele (Eve Hewson), a quien de manera imprevista Lou conoce también en la calle.
Así ambas se hacen amigas, mientras Lou no puede resistirse más al encanto del psiquiatra e inician un apasionado romance. Un peligroso triángulo que mezcla romance con amistad y que es el motor de la miniserie hasta que se suma un cuarto personaje que viene del pasado.
Con él se incorporan a la trama elementos adiconales, que hacen que pase de improviso del thriller al suspenso con ribetes sobrenaturales.
Y ojo con su final que, aunque difiere del de la novela -que dejó impactados a varios lectores-, puede sorprender o defraudar.
El baile de las luciérnagas
Kristin Hannah, una de las escritoras más exitosas de EE.UU. en el último tiempo, tiene entre sus best sellers una novela de 2008 que se convirtió rápidamente en un multiventas gracias a la emotiva historia de Kate Mularkey y Tallulah Hart, quienes se conocen como adolescentes en el verano del 74.
Una relación que se replica en la versión como serie, con la inquebrantable amistad que estas dos mujeres comparten a lo largo de 30 años, con Ali Skovbye y Roan Curtis como protagonistas.
Enfrentando juntas sus alegrías y dramas, la producción va dibujando una historia que se siente algo repetitiva y confusa, y con tendencia a sobrepasar la barrera del drama al melodrama.
50m2
La nueva serie turca de Netflix tiene como creador al guionista Burak Aksak, quien también dirige junto con Selçuk Aydemir los ocho episodios que componen y van dibujando la singular historia de Gölge (Engin Öztürk).
El protagonista con una buena vida que recibe por encargarse de los trabajos sucios de Servet Nadir (Kürşat Alnıaçık), un hombre de negocios que lo crió desde niño, tras encontrarlo en la calle.
Pero luego de que su antiguo protector pusiera un precio por su cabeza, el ex matón debe esconderse en uno de los sectores populares de Estambul, mientras busca la verdad sobre su pasado.
De esta manera se van sumando personajes y vivencias en torno a un barrio que Gölge empieza a hacer suyo, en una serie que, combinando drama, suspenso, acción y humor, convierte en una imperdible apuesta para los seguidores de las producciones turcas y una entretenida alternativa para quienes quieran conocerlas.
Destino: la saga Winx
Desde 2004 que el programa animado Winx Club acompaña a generaciones de niñas con las aventuras de sus mágicas protagonistas, unas hadas adolescentes.
Sin embargo, en esta adaptación de Netflix, el color y la ingenuidad de los jóvenes se transforma en una sucesión de extraños sucesos, donde la magia sigue cumpliendo un rol principal, pero desde el rincón más oscuro de la fantasía.
Un versión que mantiene presente algunos nombres y poderes, pero que esta serie se arriesga a darles un gran giro y sumarle muchos otros cambios, varios de los cuales con seguridad impactarán a las seguidoras de la producción original.
Su historia comienza cuando la adolescente Bloom llega a la Escuela Alfea, una institución del Otro Mundo donde las hadas van a sacarle partido a sus diferentes habilidades. Ahí, comparte habitación con otras cuatro estudiantes y todas poseen una habilidad relacionada con la naturaleza o los sentimientos.
Esos donde les servirán para enfrentarse a los Quemados, monstruosas y ancestrales criaturas que pueden destruir a las hadas y a los Especialistas, quienes no tienen poderes, pero son avanzados guerreros y combaten en sociedad con las ninfas.
Supongamos que Nueva York es una ciudad
Fran Lebowitz es una escritora, intelectual, conferencista y, sobre todo, un ícono neoyorquino. La misma a quien su amigo Martin Scorsese -otro emblema de la Gran Manzana- le dedicó un documental, llamado Public speaking, que se estrenó en 2010 en HBO.
Ahora el director de Taxi driver vuelve a declarar publicamente su amor por esta intelectual en Supongamos que Nueva York es una ciudad, miniserie documental que dirige el premiado realizador.
La premisa de esta producción es hacer juntos una especie de recorrido por Nueva York bajo la mirada de Lebowitz. Y resulta que su visión de la ciudad que nunca duerme es mordaz, provocadora, fascinante y siempre brillante.
A lo largo de sus siete episodios la protagonista habla sin parar, contando historias, recuerdos y divertidas ancécdotas con las placas en el suelo de Nueva York, los taxistas, Charles Mingus y Muhammad Ali.
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