Copper Room es el restaurante —o comedor, si se quiere— que abrió el pasado martes 22 de abril en la galería central del Debaines Hotel Santiago. Un edificio a pasos del Teatro Municipal, en pleno Santiago Centro, que esta cadena recuperó a fines de 2024 tras permanecer prácticamente abandonado desde 1960.

Se trata de un hotel de 50 habitaciones, que destaca por su arquitectura clásica pero con un diseño interior contemporáneo. Su gran estilo, sumado a la excelente atención, lo convirtieron en el primer establecimiento chileno en ser parte del Small Luxury Hotels of the World. Es una exclusiva comunidad de hoteles boutique, en los que se toman en cuenta detalles como su ubicación —en este caso, a metros de lugares icónicos de Santiago, como el cerro Santa Lucía o la Plaza de Armas— y su servicio.

Es una elegancia sencilla, poco ostentosa, que aparece en detalles como los espacios luminosos o los muebles hechos a mano por artesanos chilenos. “Quisimos que tuviera carácter; que fuera auténtico, no una copia”, cuenta Christian Fiederer, socio del hotel junto a Fernando Gruenberg.

Copper Room: un comedor como los de antes

En el primer piso del Debaines Hotel Santiago, desde su lanzamiento, funciona el Gran Café. De lunes a domingo, entre las 7 AM y las 11 PM, ofrece desde maravillosos desayunos a diversas opciones de cócteles, perfectas para probar a la salida del Teatro Municipal. A esta oferta ahora se suma la del Copper Room.

Tiene el mismo nombre que uno de los restaurantes del icónico Hotel Carrera, el hoy desaparecido recinto que durante 65 años funcionó en la esquina de Teatinos con Agustinas, donde hoy está la Cancillería. Aparte de su gran nivel —el mejor de Santiago durante décadas— era conocido porque ahí también estaban tres de los restaurantes más elegantes del centro: el Copper Room, el Roof Garden y El Jardín Secreto.

Es así como este Copper Room busca recuperar esa experiencia de hotelería personalizada y de lujo que se vivía en el ciudad durante las primera décadas del siglo XX. Eran lugares legendarios, destinos en sí mismos, al igual que el Hotel Crillón.

Por ahora el Copper Room está en marcha blanca. Abre de lunes a viernes y solo en horario de almuerzo, con una propuesta a cargo del chef Alberto Echaurren. Su idea es reinterpretar, con su propio punto de vista, los productos de la cocina chilena con técnicas de cocina francesa, apuntando a la gastronomía de los antiguos hoteles de Santiago Centro.

El diseño está a cargo del estudio de Paula Gutiérrez, que mezcla reminiscencias clásicas, con materiales como la madera y el cobre.

Copper Room: clásicos chilenos 2.0

Lo que encontrarás en esta carta son platos clásicos chilenos pero con un versión propia. La filosofía que predomina es de “la granja a la mesa”. Es decir, lo que llega a tu plato viene directamente de las manos de productores locales.

La cocina francesa y chilena conviven en esta propuesta. Algo que se aprecia en las entradas, como el muy galo pâté en croûte ($9.500), un paté de la casa envuelto en una delicada masa de hojaldre. Que figura al lado de un cremoso de mote ($14.000), hecho al estilo de un risotto, con choritos en tinta de calamar.

O la chilenísima ensalada de pichanga ($12.500), un mix de hojas verdes y pickles, perfecta para darle paso al solomillo de cerdo ($17.000), hecho en salsa de mostaza y vegetales salteados.

También tienen su versión de la merluza austral ($19.000) bañada en beurre blanc, una clásica salsa francesa en base a vino blanco y mantequilla. La puedes acompañar de papas fritas ($5.400) o arroz pilaf ($4.000).

Y de postre hay elegantes clásicos criollos, como la torta de merengue frambuesa o la de merengue lúcuma ($5.800), además de una suave leche nevada ($8.500).

Copper Room

Dirección

Agustinas 720
Santiago, Metropolitana 8320135 Chile

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Teléfono

223815060‬

Website

https://debaines.com/es/

Horario

Lunes a sábado de 1 PM a 4 PM

Estacionamiento

Subt., Agustinas 735-A $ 3.100 la hora