El guardián de la tradición de los históricos pequenes de la fábrica Nilo

El guardián de la tradición de los históricos pequenes de la fábrica Nilo
Foto: Pequenes Nilo

Aunque la histórica fábrica cerró en 2016, la tradición de los Pequenes Nilo sigue viva gracias al hijo del dueño, quien hoy los hace por encargo.

La Fábrica de Pequenes Nilo estuvo ubicada por más de un siglo en una casona colonial ubicada en el Pasaje Coronel Agustín López de Alcázar, en Independencia, pleno barrio La Chimba.

Un lugar con una tradición que se remonta a 1890 y uno de los pocos de Santiago donde se encontraba el pequén, las empanadas de pura cebolla que se comían desde la época de La Colonia.

Las mismas que alababa el poeta Pablo de Rokha en 1949 en su Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile  y a las que le cantaba Violeta Parra  en Violeta ausente, que compuso esta canción cuando estaba en Europa entre en 1961 y 1965.

Si bien la Fábrica de Pequenes Nilo cerró en 2016, la tradición sigue y el encargarlo de continuarla es Claudio Podestá, hijo del dueño, Mario Podestá, quien trabajó más de cuarenta años en la fábrica.

Desde 2018 que Claudio los hace en su casa, en la comuna de Las Condes, y puedes probarlos encargando con dos días de anticipación.

Foto: María Ignacia Concha

Lo mejor de todo es que elabora a la vieja usanza estos pequenes ($ 1.000), de masa hecha con harina, sal y manteca, de tamaño un tanto más pequeño que las empanadas y rellenos de cebolla cruda con un toque de ají color y un trocito de huevo duro.

“Los hacemos durante todo el año, pero es en estas fechas cuando más se venden. Lo hacemos para preservar la tradición”, cuenta Podestá.

¿Dónde pedirlos? A través de su Instagram @pequenesnilo o del Whatsapp +569.36293203

 

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