Wabi Sabi: una izakaya escondida, vegana y disidente en Estación Central

Wabi Sabi: una izakaya escondida, vegana y disidente en Estación Central
Foto: Carolina Vargas

Es un verdadero secreto escondido en Estación Central. Una izakaya o cocina japonesa, vegana, queer y disidente, a la que sólo puedes ir si reservas por su Instagram. Y sus precios son de picada.

Wabi Sabi es la cocina de Pony, diseñadore, quien hace cerca de un año, en la que fue la casa de sus papás en un barrio residencial de Estación Central, abrió este izakaya o local japonés.

Una cocina escondida, que además es un espacio seguro, queer, vegano y pet friendly, al que sólo puedes asistir si haces la reserva a través de su Instagram.

El mensaje lo contestará Waleska, su hermane, quien te dará todas las coordenadas para poder asistir.

Foto: Carolina Vargas

¡Y vale la pena la espera! De partida por el lugar, una gran terraza, hogareña, donde cada cuidado detalle está especialmente pensado por Pony.

Además, porque cuenta con un espacio interior con un pequeño almacén de productos asiáticos, mangas, e ilustraciones de Pony, y también poleras y bolsas de género con el logo del local.

Foto: Carolina Vargas

Y por supuesto por la cocina de Wabi Sabi. Propuesta de Pony, quien en 2018, obsesionada por el ramen, viajó a Japón, a ciudades como Tokyo, Osaka y Kyoto, cuando aún no era vegane, por lo que aprovechó de probar todo lo que le fue posible.

De vuelta en Chile, investigó cómo hacer factible esos sabores en versión vegana y así nació su izakaya.

Carta japonesa y completamente vegana

Foto: Carolina Vargas

Reserva ya para conocer el lugar y probar sus delicias japonesas, a precios de picada.

La experiencia puede comenzar con las gyozas ($ 5.000 las seis), que son salteadas y al vapor, rellenas de shiitake, tofu, pak choi, espinaca, repollo y aliños. ¡Deliciosas!

Foto: Carolina Vargas

Y las puedes acompañar de los bao ($ 3.500 las dos unidades), que son de harina integral, rellenos de repollo, zanahoria, soya texturizada, shiitaje y oreja de madera.

Además, para tomar, hay cerveza Asahi ($ 2.500) y Soju Chum Churum ($ 5.000), licor coreano, de sabores como arándano, durazno, mango o frutilla.

Foto: Carolina Vargas

También jugos ($ 2.500), en lata, de sabores como durazno, mango o litchi; y la tetera ($ 2.000), de té de jengibre, por ejemplo.

Si vas en grupo a Wabi Sabi puedes probar la Bento Box, como la Ginko ($ 13.000), que trae gyosas, edamame, bao, musubi (seis), que es arroz al vapor, con tofu macerado y horneado.

Foto: Carolina Vargas

También el udon ($ 6.000), de salsa miso, cebollín, yuba, que es la nata de la soya y viene salteada en una salsa similar a la BBQ; o el ramen del día ($ 6.000).

Wabi Sabi: sin dirección

Foto: Carolina Vargas

Como te contábamos, esta vez no pondremos la dirección, porque para ir a Wabi Sabi, debes reservar a través de su Instagram. 

Ojo, que las reservas se abren una vez al mes y por lo general funciona sólo los fines de semana, a la hora de almuerzo, dependiendo de la temporada.

Foto: Carolina Vargas

Y debes recordar que se trata de la casa de Pony, un espacio seguro, disidente, queer, pet frendly y con una cocina japonesa vegana y deliciosa.

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