Estrenada en 1937 en Alemania, Carmina Burana se convirtió rápidamente en una de las piezas sinfónico corales clave del s. XX. Y cómo no, si esta obra del compositor Carl Orff se basa en cantos medievales sobre el amor, el placer, el claro y la vida social.

Estos fueron escritos por monjes jóvenes o empobrecidos, y se referían con sarcasmo a las autoridades y la Iglesia, celebrando los goces de las tabernas, la naturaleza y la lujuria, entre otros temas.

Este fin de semana podrás escuchar esta cantata escénica en la Corporación Cultural de Las Condes (www.culturallascondes.cl), donde se presentará gratis el streaming de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, el sábado 17 y domingo 18, bajo la batuta de Pablo Carrasco.

Desde las 8 PM te sorprenderás con las potencias de la soprano Tabita Martínez, el tenor Brayan Ávila y el barítono Ramiro Maturana, y del Coro Sinfónico de la U. de Chile dirigido por Juan Pablo Villarroel.

Mazapán Sinfónico

Hasta noviembre continuará el ciclo del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad e Chile, en Las Condes.

Por eso, para la semana del 24 y 25 de octubre se presentará otro de los grandes espectáculos de dicha institución: Mazapán Sinfónico.

Prepara a los más chicos de la casa, porque ambos días a las 6 PM, el grupo nacido en los 80 y conformado actualmente por Michelle Salazar, Verónica Prieto, Cecilia Álamos, Victoria Carvallo, María de la Luz Corcuera, Isidora Edwards, Juan Pablo Astorga y Teresa Prieto, interpretará el proyecto Chile, un viaje musical de norte a sur, con clásicas canciones, como La Chinita margarita y Una Cuncuna, dirigido pot el maestro Francisco Núñez.

Sigue el fin de semana del 31 de octubre y 1 de noviembre, porque será el turno del Ballet Nacional Chileno. Siempre a las 8 PM y con entrada gratuita, disfrutarás de Poesía del otro, un montaje de Mathieu Guilhaumon, director artístico del BANCH.

La obra se centra en la figura de la escultora Camille Claudel, extraordinaria artista que además fue alumna, musa y amante de Auguste Rodin. Si bien ambos están presentes en la pieza, no se trata de una narración que ilustre su relación, sino de una lectura acerca de la inspiración en el otro.