Dicen que la unión hace la fuerza, y es lo que está pasando en la Plaza de Armas de Santiago, donde los antiguos y clásicos restaurantes conviven con los recién llegados, esos que rescatan sabores de mercado y que sirven sus platos con el sello de Gastón Acurio. Hoy hay mucho más para elegir y excusa para volver al "KM0".

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La Plaza de Armas es el ícono fundacional histórico de Santiago, por eso es también llamado el “Km 0” de la ciudad.

Ahí, ya en la época de la ex alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, se anunciaban remodelaciones y el año pasado, el edil Felipe Aleesandri comenzó a hacer algunas. 

Aparte de anunciar el cambio de los letreros publicitarios adosados al decimonónico edificio Comercial Edwards -en Merced con Estado-, el año pasado comenzó la refacción del Portal Bulnes, más conocido como el “portal de las carteras”.

Y ahí se sacó “el cuero” para dar paso a amplias terrazas sobre una explanada con nuevos restaurantes, zona la que le llamaron “Bulevar Gastronómico de Plaza de Armas”. 

¿Quieres saber qué ir a probar a este nuevo espacio al que ahora llegan dos líneas de Metro? Aparte de los nuevos locales -entre los que se encuentran la Barra Chalaca, el Comedor Central y la Sanguchería del Barrio- están los clásicos de siempre, que siempre vale la pena revistar.

Volver a los clásicos de Plaza de Armas

Nada como volver a los antiguos locales que eran la atracción de antaño de esta zona.

El Portal (Ex Bahamondes ) 

¿Puede haber algo más clásico que un completo en el Portal Fernández Concha? La leyenda cuenta que fue en la fuente de soda Bahamondes -hoy, El Portal- donde nació el completo en Santiago, muy inspirado en los diners americanos que nacieron en la década del 20 y alcanzaron su apogeo en los 40 (le más historia de éste lugar acá)

Hoy en ese local que abrió hace 85 años y donde hoy se sirven menús de almuerzo y platos a la carta también, sigue siendo un ícono, con un aparador que muestra tentadores y rebosantes completos, además de suculentos trozos de pizza de masa gruesa, con churrasco y mayonesa.

Lo fundó Eduardo Bahamondes, quien trajo la idea desde EE.UU. y donde decidió chilenizar el hot dog nortemericano.

Prueba el tradicional “completo italiano” ($ 1.900 o $ 2.450), con chucrut casero, tomate y una mayonesa que se hace en base de papa; sí, de papa, con una receta que mantienen en secreto y que es deliciosa.

A cargo de la plancha encuentras a Epifanio Millapán, el maestro que lleva más de 40 años asegurándose que el sabor sea perfecto.

Y el pan se hace ahí mismo, en el subterráneo del local, para asegurarse que la crocancia sea perfecta.

Nuria

Es otro de los restaurantes que encuentras en el Portal Fernández Concha, en el local que hasta 2003 habitó el Chez Henry, el histórico restaurante que partió en 1925 y que entonces era de especialidad francesa -con la típica torta “saint honoré” entre sus delicias- de hojaldre relleno con crema chantilly y que en la década del 80, cambió su carta a una chilena, con platos tan típicos como la  “tortilla de sesos”.

En 2003, se instaló ahí el Nuria, con toda la sazón chilena y la buena atención, para que comer a la hora de almuerzo para los oficinistas resultara rápido y rico.

Imperdible ahí es  su “cazuela de ave” ($ 4.700) bien abundante, y las “costillas a lo pobre” ($ 6.200) que viene con una buena cantidad de papas fritas y dos huevos fritos encima.

Faisan D’Or

Faisan D’Or es una de las fuentes de soda más antiguas de Santiago. De hecho se cuenta que estaría desde 1926 a un costado de la Catedral Metropolitana de Santiago. 

Y lo que ahí hay es una cocina casera, a cargo de Rosa Oses (76 años) y Matilde Rojas (68 años), que tienen toda la sazón de una vida revolviendo las ollas en distintas fuentes de soda de Santiago.

De hecho, Rosa cocinó en la década del 70′ en un casino español de calle Cumming, por lo que a su repertorio de cocina chilena suma platos españoles, como unos cremosos “garbanzos” que encuentras los jueves en el menú de almuerzo por $ 3.800.

Otra alternativa es que pruebes las “pastel de choclo” ($ 5.500) de muy buen porte, o el “pollo arvejado” ($ 2.850) con puré.

Los nuevos y sabrosos vecinos de Plaza de Armas

Comedor Central

Este  restaurante acaba de abrir en el Portal Bulnes, el Monumento Nacional que está justo debajo del edificio Phillips y la torre “Edificio Presidente” al oriente de la Plaza de Armas de Santiago.

Ahí es el chef Cristián Correa el que le pone sazón chilena a sus platos, una mano que quizás ya has probado en Mulato, el restaurante de Lastarria (lee más de Mulato aquí).

En Comedor Central, su apuesta sigue siendo el sabor chileno pero con sabores “extra”, es decir, suma lo local con preparaciones peruanas o más centroamericanas.

¿Un ejemplo?  La “paletilla de cordero” ($ 14.500), que acompaña con “tacu tacu”, la típica preparación peruana hecha de poroto pallar, pero a la que le agrega mote y acompaña de una ensalada chilena.

O El “mero” ($ 13.200), que sirve doradito, acompañado de ravioles de zapallo, y una salsa de naranja y vodka de sabor dulzón.

Puedes ver un artículo completo de este restaurante aquí. 

Barra Chalaca

Éste es otro de los locales que puedes probar en el Portal Bulnes (mira todas las novedades de Plaza de Armas aquí), y donde encuentras toda la sazón marina peruana.

Y detrás de esta marca está el sello de Gastón Acurio, el chef peruano que se encargó de que el mundo entero conociera la cocina peruana e hiciera conocido al país por este ítem.

¿Qué probar?  El “cebiche combinado” ($ 8.990), que es de la pesca del día,  como la reineta con chicharrón de calamar, por ejemplo.

Eso o el “tiradito chucuito” ($ 7.990), que es una maravilla de leve picor, preparada con leche de tigre, ostión, palta y oliva.

Puedes ver una nota completa de Barra Chalaca aquí.

La Sanguchera del Barrio

De seguro te va a gustar este rincón si amas el sabor de la sanguchería peruana, que es bien sazonado, como si uno de los sabrosos platos de ese país se pusieran dentro de un pan.

Se trata de un local de dos pisos, que comparte espacio con la Barra Chalaca en el Portal Bulnes y con algunas mesas en la terraza donde puedes probar 17 opciones de sánguches, todos por $ 6.900.

Tienen muy buen porte, tanto que a veces cuesta terminarlos.

Por ejemplo, está el de “pescado tempurón”, un pan brioche pero de corteza crocante que viene con la pesca del día (reineta o palometa, entre otros) más una sarsa criolla -que es una salsa con cebolla, ají, cilantro y limón- y mayo, lechuga, tártara y ají amarillo.

Prueba, en otra ocasión, el “lechón con yerba”, de chanchito asado, salsa criolla con yerba buena y mayo, que resulta una delicia.

Puedes ver un artículo completo de La Sanguchera del Barrio.