Es el principal mercado de abastos de Santiago y está lleno de rincones donde comer rico, contundente y a buen precio. Acá, los imperdibles dentro de La Vega y sus alredores, como el vecino Tirso de Molina.

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La Negrita

De las picadas en La Vega Central, algunas son perfectas para desayunar, esas donde los trabajadores recuperan energías.

Como La Negrita, una cafetería ubicada en el local 926, al que puedes llegar ingresando por Lastra 843.

Ahí siempre verás atendiendo a su dueña, Elena González, quien con su más de 80 años todavía llega de madrugada, a eso de las 5.30 AM, para abrir su local.

La misma que lleva en este popular mercado de Santiago prácticamente toda su vida, porque desde que tenía 11 años vendía mote con huesillo junto a Herminda, su mamá.

Lo suyo es una oda al desayuno de campeones, con té de hojas con canela ($ 800) y jugos de medio litro ($ 2.000), de pura fruta, de naranja con plátano, por ejemplo.

Los que debes pedir sí o sí  con las tostadas con palta o los huevos revueltos, que vienen con marraqueta.

Además del completo italiano, cargado a la palta y con mayo casera, que puedes pedir en versión vegana por el mismo precio; o el barros luco, en marraqueta crujiente.

La Milla

Es un local de esos que se cuelan en el alma, apenas se cruza el umbral. Te hablamos de La Milla, la picada con más de 60 años, ubicada en la calle ​Nueva Rengifo, a pasos deLa Vega Central.

La misma donde se grabaron series como Huaiquimán y Tolosa, protagonizada porBenjamín Vicuña y Daniel Muñoz. Además del video de Loca, de Chico Trujillo, a pura talla y cumbia.

Después de más de cinco años cerrada está reabierta con sus clásicos de cocina chilena, como el sanguchito de pernil ($ 3.000) o de arrollado ($ 3.000), que se manda a hacer con la receta de la casa en una de las carnicerías de La Vega.

También puedes probar el menú de almuerzo ($ 6.000), que viene con consomé, la ensalada que elijas y un plato de cocina bien casera a cargo de Paola.

Por ejemplo, los lunes hay porotos con longaniza y los viernes son de pastel de mariscos, con un pino surtido que viene con puré dorado encima.

Y no dejes de tomar un pipeño, melón con vino, chirimoya y vino blanco, borgoña, durazno y vino blanco o el popular clery de vino blanco con frutilla. Cuestan entre $ 1.500 y $ 2.000 el vaso de medio litro.

La Olguita

La Olguita o Cafetería La Olguita se ubica en el local 98 de La Vega Chica. Una picada que fundó Olguita de las Mercedes Rodríguez García, quien se bien murió sus hijas, Rosana y Patricia Ortega García, conservan el sabor de esta cafetería.

Una donde te puedes sentar a probar su desayuno de campeones, donde brillan las sopaipillas ($ 400 c/u), recién hechas, con harto zapallo camote y buena manteca.

Y las puedes pedir en un buen sánguche de pernil ($ 4.000), abundante y de muy buena calidad, al que le puedes agregar palta ($ 500).

Además de la paila de huevos ($ 2.400), que puedes pedir con queso o jamó, o si prefieres las tostadas ($ 1.000), en marraqueta con palta.

La Piojera

A la salida del Metro Cal y Canto, en los alrededores de los mercados, está uno de los bares en Santiago más antiguos y queridos.

Además, del lugar más indicado para ir a tomar terremoto, porque en La Piojera se popularizó este típico trago chileno que nació en otro lugar histórico, El Hoyo, de Estación Central.

De hecho es su especialidad y, sin duda, uno de los mejores de toda la capital. El que se hace con vino pipeño que traen directamente desde Portezuelo, en la Región del Ñuble, que almacenan en un estanque y luego pasa por un enfriador.

Por eso te lo sirven heladito, en la versión que prefieras, ya sea con fernet, el clásico, o con granadina, dulcecito y peligroso, y con harto helado de piña.

Además de uno propio de La Piojera, el maremoto, que lleva menta en vez granadina, y que es toda una sorpresa para quien no lo ha tomado antes. Todos cuestan lo mismo $ 3.500, mientras que la réplica, un terremoto de 330 cc, vale $ 1.800.

Súmale su insuperable arrollado, hecho en el local, de tierna pulpa de cerdo, que puedes pedir en media porción ($ 15.000) o entero ($ 17.500), acompañado de papas cocidas con salsa verde de la casa

FoodLays

Si amas la comida china, este tenedor libre abierto este año te parecerá el paraíso.

Es FoodLays, un restaurante ubicado frente al Mercado Tirso de Molina, en el tercer piso de un nuevo edificio con vista hacia el Parque Forestal.

Todo un hit del barrio, con un tenedor libre con más de 100 platos típicos de China, de ciudades como Cantón, Foshán y Shanghái.

¿El precio? $12.900 por persona de lunes a jueves, valor que de viernes a domingo sube a $13.900. Eso sí, no incluye bebestibles.

¿Qué probar? El pato, que se hace entero, asado, o laqueado, al estilo Pekin; o pescados al vapor, como el róbalo, también hecho al vapor con un suave toque de cebollín y jengibre.

Junto con clásicos como la carne mongoliana, el chancho en versiones como el costillar cantonés, uno agridulce con trozos de piña; o el pollo Kung Pao, con maní y verduras que puedes acompañar de distintos tipos de arroz chaufa.

También encontrarás opciones de cocina peruana o incluso clásicos chilenos, como el pastel de choclo, además de una sección con carnes a la parrilla, con vacuno, costillar y pulpa de cerdo, por ejemplo.

Fuente de Soda Central

En el pasillo cinco de La Vega Central, específicamente en el local 559 se encuentra Fuente de Soda Central.

Un local que si bien tiene varios años en el cuerpo, acaba de remodelarse y de inaugurar nueva carta, a cargo de Leo Rancusi, quien es parte de una familia descendientes árabes con una larga trayectoria en el sector.

Y lo que encuentras en este lugar es una amplia barra, al estilo de las clásicas fuentes de Soda, donde puedes probar su café ($ 2.350) acompañado de algún dulce árabe.

Si hablamos de todo el sabor que esperas de una fuente de soda tradicional, entonces deberías probar sus sándwiches.

Como la infaltable vienesa italiana ($ 2.200), con tomate, palta y mayo casera; o el completo ($ 1.900), con tomate, salsa americana, salsa verde y mayo casera.

También de los sándwiches en marraqueta, como el de arrollado ($ 2.900); o el clásico Barros Luco ($ 3.500), de churrasco con una buena cantidad de queso derretido.

Donde La Tita

En el número 107, de La Vega Chica, el espacio que se ha hecho famoso por sus cocinerías, de platos abundantes y a buen precio entre el Mercado Tirso de Molina y La Vega Central, está Donde La Tita.

El local de doña Herminda Vera Alvarado, más conocida como La Tita, a quiena sus 84 años aun la sueles encontrar en la caja.

Lo que manda ahí es la cocina casera, la de platos como mariscal y paila marina en el invierno y cazuela todo el año.

Mientras que en la temporada de verano los favoritos son los platos con choclo. Como los porotos granados ($ 4.200), con harta albahaca, y que llegan junto a un consomé y ensalada chilena.

Además, de las humitas, hecas a la antigua usanza, con secretos que aprendió hace mas de 40 años. Primero, muele el choclo, y guarda las hojas de éste en una bolsa húmeda, cosa de que conserven su color verde.

Luego, mezcla la pasta de choclo con manteca y cebolla bien aliñada, bien finita, así no la sientas al probarlas. ¿Otro secreto? Un toque de albahaca y amor dicen en el local, porque con el enojo salen rancias.

Humitas que puedes pedir para llevar ($ 2.000 cada una) o probarlas en el local($ 3.800), acompañadas de consomé y ensalada chilena.

Otro imperdible es el pastel de choclo ($ 6.000), que llega en librillo de greda, acompañado del consomé y la ensalada chilena.

Donde El Nano

Hay una de las picadas en La Vega que es ideal para cuando tengas mucha hambre. Hablamos de la sanguchería ubicada en el local 235, conocida por sus sánguches en tamaño XL y maravillosa materia prima.

Un verdadero tesoro escondido que estuvo a cargo de Gabriel Orellana, “el Nano”, un cocinero autodidacta que era pura simpatía y que si bien murió hace, su legado sigue intacto.

Ahora el local lo atiende su familia, la que conserva las mismas recetas, cariño y enjundia que caracterizan a esta picada.

Una oda al sánguche que puedes comprobar en opciones como los de carne mechada, que se deshace a punta de fuego bajito, acompañados del caldito de la cocción, o los de lengua, que de seguro te dejará con ganas de repetirte.

Entre sus alternativas contundentes y mega tentadoras, todas autorías del querido Nano, están “El volcán” ($ 14.000, en la foto), que lleva mechada chacarera, lomito de cerdo con chucrut, plateada con cebolla caramelizada rebozada en huevo y, encima del pan, tocino y huevo frito. ¡Es enorme y una explosión de sabor!

Otra opción es la mechada chacarera ($ 7.200), con mayonesa tomate y porotitos verdes hecho al dente, de perfecto color verde brillante.

El Rincón de la Mamita

El Rincón de la Mamita es uno que seguro conoces si eres un fanático del pollo al coñac.

Te hablamos del local con más de 45 años de historia en Av. La Paz, a pasos de La Vega Central, donde encuentras varias versiones de este plato, delicioso, macerado con licor y vino blanco.

A la mesa llega literalmente la olla de greda, llena de estas preparaciones enjundiosas, familiares y con todo el sabor de la abuelita.

Por lo mismo están hechas para compartir, entre cuatro o cinco personas, como el pollo al champiñón ($ 27.000), que llega trozado en un caldo con vino blanco y champiñones, acompañado de sus papitas fritas.

Además, de lunes a viernes, entre la 1 PM y 6.30 PM, hay un imbatible menú de almuerzo, que cuesta $ 4.500.

¿Qué incluye? Ensalada y un plato de fondo que puede ser cazuela de ave, por ejemplo, o chuleta a la grilla, con arroz, puré o papas fritas.

Café Altura

Café Altura es uno de los mejores cafés de especialidad de Santiago y desde 2015 que está instalado en La Vega Central, en un puesto en pleno Galpón Chacareros.

Lo que ahí encuentras son espressos, macchiatos y cappuccinos, hechos con café de granos verdes, que importan de lugares como Perú, Ruanda o Nicaragua.

Eso granos los tuestan ellos mismos y luego los reparten a distintas cafeterías de la ciudad. Todo un lujo y que, además, aquí puedes comprar como café en grano entero o molido, listo para disfrutar en casa.

Además, ahora ahí venden pizzas de masa madre a la piedra, en forma individual, y que llevan salsa de tomate, orégano, queso mozzarellay un toque de aceite de oliva.

Todas cuestan lo mismo ($ 4.800) y encuentras variedades como la Altura, con pepperoni y ají amarillo, y la caprese, con tomate cherry y rúcula.

La Picá del Licho

También en La Vega se ubica La Picá del Licho, local imperdible si lo que buscan es un desayuno contundente, para luchadores, que chorree como dicen en el local.

Es que lo que aquí encuentras son sánguches, de potito, lengua, pernil, gorda, jamón y uno de los favoritos, la mechada.

Es decir, un desayuno de campeones, con sanguchitos y carnes de largas cocciones, de esas que hacen difíciles de encontrar en otras cocinerías y aquí se hacen en una pequeña cocina de literal dos por dos.

Toda una tradición la de La Picá del Licho, que comenzó hace más de 60 años don Uldaricio Ávalos Cortés, más conocido como el “Licho”, y que hace más de 40 años sigue su hijo, Marcos Ávalos Tello, junto a sus hijos, Roberto,  Jeanette y Pamela.

Además, la calidad se ha mantenido al pie de la letra.

El Completo Feliz

Desde hace 15 años, a la salida del Metro Patronato, en Santa Filomena con Av. Recoleta, se instala sagradamente de lunes a viernes El Completo Feliz, el food truck más sabroso del sector.

Entre vendedores ambulantes y en unas cuantas sillas puestas en el lugar puedes sentarte a disfrutar sus maravillosos completos, hecho con ingredientes de primera y un pan de buena corteza, que les hornean especialmente en la Panificadora Colo Colo, de Conchalí.

Los que preparan María Rebolledo y Christian Pastene, quienes junto a sus cuatro hijos abren el apetito con sus completos, entre los que está el tradicional italiano ($ 2.000), hecho con vienesa de ave y una gran cantidad de palta recién molida que es la perfección pura.

Aunque si por algo es conocido El Completo Feliz es por sus 12 versiones de completos veganos, creados especialmente por Christian.

Pura tentación sin ningún ingrediente de origen animal, como el vegano italiano chilote ($ 3.300), con churrasco vegano (seitán), papa chilota, cebolla caramelizada, tártara que se hace con ajo chilote, mayonesa y queso vegano, más tomate, palta y dos aderezos extras que elijas.