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Los secretos asiáticos más tentadores de Patronato y La Vega

Por Loreto Gatica17 May 2019

Comer

barrio Patronato

Los secretos asiáticos más tentadores de Patronato y La Vega — Foto: Valentina Miranda Vega

Un tenedor libre con 150 platos chinos y un restaurante coreano con las mejores sopas. Eso y más esconden las calles de Patronato y La Vega. Atrévete a descubrir estos lugares.

Foodlays

Foodlays es un tenedor libre que acaba de abrir frente al mercado Tirso de Molina. De hecho, hasta el tercer piso del edificio donde se ubica, llegó el embajador de China en Chile para inaugurarlo.

Lo que ahí encuentras son más de 150 platos típicos chinos, que puedes probar sin límite por $ 10.800.

Entre ellos hay ramen con pasta hecha ahí mismo, una barra de sushi y un sector especial con vaporeras de bambú con “dim sum”, suaves masas hechas al vapor, con distintos rellenos, como zapallo o porotos de soya.

Todo eso, además de un bufet que incluye platos como un “róbalo”, también hecho al vapor con un suave toque de cebollín; “pato” de carne tierna, perfecta, o “chancho”, en versiones como costillar o a la piña si lo prefieres agridulce.

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ManNa

ManNa es un pequeño comedor en la calle Río de Janeiro, y el secreto mejor guardado de la comunidad coreana en Patronato.

De hecho, es común ver ahí a dueños de restaurantes emblemáticos del sector, como el Banchan Nara, que acaba de abrir en calle Loreto.

Ahí, te encontrarás con más de 10 opciones, entre platos e insuperables caldos típicos, como “kimchichigue” ($ 5.500), con kimchi, uno de los platos emblema de la cocina coreana, que son verduras fermentadas, como nabo, pepino, col china, sal, salsa con ajo, jengibre y ají, que en este caso, se acompañan de verduras y tofu.

O el “mandu ramen” ($ 4.500), con verduras, huevo y una empanaditas rellenas con carne de soya y verduras.

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Los nuevos ramen de Möbssie

Möbssie es un café de estilo industrial y cuatro pisos, que están en Santa Filomena, casi al llegar a Río de Janeiro.

Además, es uno de los pocos con café de especialidad –es decir, con granos de origen y tostados en Chile- del barrio Patronato.

Ahí, además de pedir un “capuccino” ($ 2.000) con leche texturizada perfecta, puedes probar alguno de los nuevos platos salados, como el “udon” ($ 5.000), que es una sabrosa sopa de caldo de soya, con fideos udon (que son un tanto más gruesos que los tradicionales), cebollín y tiras de nori (alga).

Otro imperdible de aquí es el “miso ramen” ($ 3.500), que es una sopa miso, con fideos de ramen y cebollín.

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Copo de Nieve

Copo de Crema es una cafetería donde encuentras el Bing-su ($ 2.500), un helado típico coreano que se hace en base a leche, y tiene la textura de la nieve.

De hecho, en esta cafetería podrás ver como cae, mientras se hace en el momento, en una máquina especial traída Corea.

Y ojos, que puedes pedir la versión de leche entera, descremada o de soya ($ 3.000).

Prueba el Bing-su ($ 2.500) tradicional, que es medio litro de este helado con una textura similar a la escarcha, al que se le agrega una pasta de porotos de soya dulce, la mermelada casera del sabor que elijas, como arándanos por ejemplo, y un toque de leche condensada.

Aquí también se ofrece una amplia variedad de panes o bollos, bien esponjosos, que cuestan entre $ 1.500 y $ 2.000

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Había una Vez

Había una Vez es la pastelería coreana más antigua de Santiago. De hecho, tiene cerca 10 años en la calle Antonia López de Bello.

Ahí, además de una gran variedad de tortas de colores, encuentras un “frappé” ($ 2.800), denso, delicioso con trocitos de galletas Oreo.

Otra opción es que pidas el de “caramelo con café” ($ 3.000), si prefieres uno un tanto menos dulce.

Acompáñalo con alguno de los “cheescake”, ($ 3.000), que también puede ser de oreo, o alguna de las versiones de pastelería con té matcha, que van desde los $ 1.500.