Cría siniestra
A través de una trama simple, pero inesperada y bien realizada, la película finlandesa Cría siniestra lleva al espectador a lo largo de una inquietante hora y media de metraje sobre crecimiento y cambio.
El cual, bajo la dirección de Hanna Bergholm, se centra en Tinja (Siiri Solalinna), una chica de 12 años que vive con sus padres (Sophia Heikkilä y Jani Volanen) y su hermano Matias (Oiva Ollila).
Una familia en apariencia perfecta, pero que pronto va revelando sus quiebres y extrañas personalidades, y donde todo se vuelve más oscuro luego de que la adolescente encuentra un huevo y comienza a cuidarlo hasta que sale una cría.
La que no es una ave, sino una intimidante criatura de aspecto esquelético a la que Tinja bautiza Alli, que imita lo que ella hace y decide deshacerse (o intenta) de lo que molesta a su protectora.
Pronto todo empeora, cuando Alli va mutando y se transforma en una copia casi perfecta, pero violenta, de la adolescente.
La bruja
El realizador estadounidense Robert Eggers se inspiró en los puritanos ingleses que colonizaron Norteamérica para dar vida a su aplaudida ópera prima, premiada en el Festival de Cine de Sundance. Esta muestra a una familia de esos inmigrantes, que en 1630 es obligada a dejar su congregación y asentarse en tierras vírgenes.
Esta está compuesta por el creyente William (Ralph Ineson), su esposa Katherine (Kate Dickie) y sus hijos, quienes luego del trauma inicial de ser echados del lugar que ocupaban en un asentamiento de Nueva Inglaterra, deciden construir su nuevo hogar cerca de un bosque, que, como luego se sabrá, oculta la peor de sus pesadillas.
Una serie de misteriosos sucesos comienzan a afectar al grupo familiar, luego de que la hija mayor, Thomasin (Anya Taylor-Joy, Gambito de dama), lleva a su hermano más pequeño cerca del bosque y éste desaparece. Como lo afirma su hermana, el niño no fue arrebatado por lobos, sino que por una extraña presencia que “vuela entre los árboles”.
Con una cuidada fotografía y un ritmo de relato y sustos siempre en ascenso, La bruja se inscribe como una de las más singulares cintas de terror de los últimos años, en la que el límite entre realidad y locura se va difuminando con el paso de su metraje.
El viaje
Después de varias películas sobre zombies y cazavampiros, el director noruego Tommy Wirkola vuelve a mostrar una historia sangrienta en su nuevo largometraje, El viaje, que se estrenó en Netflix.
La protagonizan Lisa (Noomi Rapace) y Lars (Aksel Hennie), un matrimonio -ella actriz, él cineasta- cuya relación no pasa por un buen momento. Por eso deciden ir el fin de semana a la cabaña familiar junto al mar, a ver si esa escapada les permite reconectarse.
Aunque en realidad los planes de ambos son otros, ya que pretenden asesinarse mutuamente, pero sin que el otro sepa las verdaderas intenciones. ¿El objetivo de eso? Cobrar un millonario seguro con el que podrían salir de las deudas.
Pero sus planes peligran cuando aparecen en la casa tres hombres que, tras escapar de la cárcel y huir por el bosque, se esconden en el ático, convirtiendo su escapada en un aun más violento fin de semana.
Con un humor negrísimo, terror gore, algo de acción, además de escatología y fetichismo, El viaje consigue entretener, sorprender con sus giros y sacar risas con su retorcido planteamiento.
Un lugar en silencio
Para el público televisivo, John Krasinski saltó a la fama como Jim Halpert en la versión estadounidense de la serie The office, mientras que en el cine ha sido parte de diferentes comedias.
Y fue en este último género donde, en 2009, debutó como director con Brief interviews with hideous men. Sin embargo, para su última incursión como realizador apostó por el terror con Un lugar en silencio.
Una opción tal vez arriesgada, pero que Krasinski superó con habilidad al relatar la historia de una familia —un padre, una madre y sus tres hijos— que debe sobrevivir en medio de un planeta asolado por mortales criaturas, de nula visión, pero aguzado oído, que atacan a cualquier ser vivo que emita sonido.
Por eso el grupo se refugia en su granja, donde el silencio es el principal aliado para mantenerse con vida, mientras sus mortales depredadores rondan por el bosque y el campo de maíz cercanos.
Al mismo tiempo, deben lidiar con la tragedia de haber perdido a su hijo menor y esperan la llegada de otro integrante a su silente hogar.
Hermana Muerte
Dentro del terror fílmico, las realizaciones españolas se han asegurado un lugar destacado gracias a las creaciones de directores como Paco Plaza, el realizador tras Hermana Muerte.
La película original de Netflix que sirve de precuela a Verónica, la inquietante cinta de 2017 que ahora Plaza complementa con la historia de origen de uno de sus secundarios.
La monja ciega Sor Narcisa (Consuelo Trujillo) que advertía a la Verónica (Sandra Escacena) sobre la extraña presencia a la que ella había invocado con la tabla ouija.
La cual ahora es protagonista del inquietante largometraje donde se conoce cómo y por qué ella puede ver, sin mirar, a los espíritus y entidades paranormales de su entorno.
En una narración que abandona los años 90 de la la cinta que la precedió, para viajar a la España post Guerra Civil, cuando la novicia Narcisa (Aria Bedmar) llega a un internado de niñas.
Bárbaro
En 2022 todo un fenómeno de crítica y de audiencia fue Bárbaro.
La cinta con que el actor, guionista y realizador estadounidense Zach Cregger debutó en la dirección en solitario, luego de años enfocado en la comedia, tanto detrás como delante de cámara.
Una singular historia ambientada en los suburbios de Detroit, hasta los cuales llega en una noche lluviosa Tess (Georgina Campbell).
Una joven que viajó a la ciudad para una entrevista laboral, arrendando una casa vía Airbnb en el 476 de la calle Barnaby para pernoctar.
Pero no encuentra la llave para entrar y tampoco puede comunicarse con la corredora que se la arrendó. Hasta que descubre una luz dentro de la vivienda y que en su interior se encuentra Keith (Bill Skarsgård), quien también rentó el lugar y la invita a pasar la noche ahí, ya que es tarde y el barrio en que están es peligroso.
En el inicio de un relato que se mueve entre el suspenso y el horror, y que llevará a sus desprevenidos protagonistas a descubrir un secreto sobre la casa, que se relaciona con su sótano, un cuarto muy sospechoso y oscuros pasajes subterráneos.
Al cual un poco después se unirá otro personaje clave: AJ Gilbride (Justin Long).
¡Huye!
En 2017 con ¡Huye!, el comediante Jordan Peele debutó en en la dirección fílmica. Y lo hizo de la mejor manera, al logra orquestar de un modo preciso las actuaciones de sus protagonistas y dotar de ritmo exacto a este thriller que, de paso, ofrece una sarcástica mirada al siempre presente conflicto racial estadounidense.
El que se inicia cuando, tras cuatro meses de relación amorosa, Rose (Allison Williams) decide presentar a sus padres a su novio Chris (Daniel Kaluuya), aunque él tiene reparos con el encuentro, porque es afroamericano y tanto ella como su familia son blancos.
A pesar de esto, la pareja se dirige a la casona que los Armitage, el neurocirujano Dean (Bradley Whitford) y la siquiatra e hipnoterapista Missy (Catherine Keener), poseen en una exclusiva zona rural de Alabama.
A pesar de un incidente automovilístico en la carretera con un ciervo, la visita sigue su curso normal hasta que Chris tiene extraños encuentros con los empleados del lugar, los afroamericanos Georgina (Betty Gabriel) y Walter (Marcus Henderson) y, además, es hipnotizado por Missy para que deje de fumar.
Esto marca el inicio de posteriores sorpresas para el muchacho, entre las que se destaca la visita de un grupo de amigos de los Armitage, quienes parecen demasiado interesados en su físico, juventud y talento como fotógrafo.
Fragmentado
Después de celebrar su cumpleaños en un local de comida, Claire (Haley Lu Richardson) le pide a su padre que lleven a casa a su mejor amiga, Marcia (Jessica Sula). Un traslado al que se suma Casey (Anya Taylor-Joy), una de las chicas “raras” del colegio y quien fue invitada sólo por ser parte del curso.
Sin embargo, todo se vuelve pesadilla cuando a las chicas las rapta un desconocido que se apodera del auto en que viajan y las lleva a un escondite subterráneo.
Su captor primero aparece como el obsesivo Dennis (James McAvoy), aunque poco después, y ante las miradas atónitas de las muchachas, el mismo hombre se presenta como la femenina Patricia y, más tarde, como el niño Hedwig.
Pronto se conocerá que éstas son sólo tres de las 23 personalidades que habitan en la mente de Barry, quien se hace tratar por la Dra. Fletcher (Betty Buckley) por su trastorno de identidad disociativo. Luego se sabrá, además, que Dennis y Patricia son los encargados de preparar la llegada de una nueva personalidad: La Bestia.
Amparado por el talento del actor escocés James McAvoy, y su capacidad para desdoblarse en las diferentes personalidades del protagonista de la película, el director M. Night Shyamalan regresó en 2016 con este thriller a sus mejores momentos como realizador, como cuando dio vida a cintas como El sexto sentido y El protegido.
La noche de la expiación
La idea es terroríficamente inquietante: un nuevo gobierno totalitario en EE.UU. establece que una noche al año se pueden cometer legalmente todos los delitos, desatando una masacre en todos los rincones el país.
Es es el punto de partida de La purga, una de las sagas del terror reciente más exitosas y que hasta la fecha tiene varias entregas, incluida una serie.
La que se inició en 2013 con este largometraje que dirige James DeMonaco y que parte mostrando cómo los habitantes de un exclusivo barrio de Los Angeles se preparan para una nueva noche de purga, donde todos los crímenes están permitidos.
Entre quienes se quedarán resguardándose en casa están James Sandin (Ethan Hawke), un vendedor de sistemas de seguridad, su esposa Mary (Lena Headey) y sus hijos Zoey y Charlie.
Sin embargo, su tranquilidad dentro se interrumpe cuando Charlie deja entrar a un hombre sin hogar que está siendo perseguido por unos sádicos vecinos con aterradoras máscaras, iniciando una noche de horror para los Sandin.
Aunque no es la mejor de las cintas de La purga, sirve para adentrarse en la exitosa saga de la productora Blumhouse.
El legado del Diablo
En los últimos años, una oleada de realizaciones ha venido a dar un renovado sentido al siempre activo género del terror. Títulos como ¡Huye!, La morgue, Fragmentado, Un lugar en silencio y Nosotros han dado inmejorables ejemplos de cómo las buenas ideas son más efectivas que un gran presupuesto.
Una lista a la que en 2018 se sumó El legado del Diablo, el primer largometraje del estadounidense Ari Aster, quien hasta esa fecha ya había logrado llamar la atención como director y guionista de cortometrajes, para luego consolidarse como guionista y realizador con la pesadilla nórdica de Midsommar (2019).
Sin embargo, en su película de hace cuatro años, Aster se ubica en Utah, EE.UU., para mostrar la inquietante historia de los Graham, la familia encabezada por Annie (Toni Collette), una artista de miniaturas que hace poco perdió a su madre, y que también integran su esposo psiquiatra Steve (Gabriel Byrne) y sus hijos.
Estos son el joven Peter (Alex Wolff) y la preadolescente Charlie (Milly Shapiro), quien era muy cercana a su abuela, por lo que cuando empieza a mostrar un extraño comportamiento se le atribuye al dolor de la pérdida. A diferencia de Annie, quien tenía una distante relación con su progenitora desde que perdió a su hermano mayor.
Pero luego de que Peter se ve obligado a llevar a Charlie con él a una fiesta con chicos de su edad, un impactante accidente en la carretera vendrá a oscurecer aún más las vidas de los Graham, en especial la de Annie, y a enfrentarlos a situaciones sobrenaturales relacionadas con el pasado de su familia.
Maleficio
Como la “película taiwanesa más aterradora de la historia” fue calificada Maleficio, luego de su estreno en los cines de Taiwán y de recaudar de paso unos históricos US$ 5,7 millones de dólares.
Un éxito de taquilla que también se repitió entre la crítica local y que llevó a que Netflix adquiriera rápidamente los derechos de la cinta dirigida por Kevin Ko, para llevar su apuesta por el horror al resto del mundo.
La cual combina dos métodos narrativos usados ampliamente en este género: el documental falso y el found footage, o metraje encontrado, para mostrar un relato que supuestamente se basa en un caso real.
El cual habría involucrado a una familia de adoradores de una secta y donde una madre arrastra una maldición que afecta a su pequeña hija, haciendo lo imposible por detenerla.
Así el espectador es testigo de una sucesión de espeluznantes vivencias que se conocen por lo registrado en videos caseros, celulares y cámaras de seguridad, que lo enfrentan a una escalofriante narración bien ejecutada y bien actuada.
Los extraños
El suspenso con algunas cuotas de terror guía la película de Nathaniel Martello-White sobre una mujer que al parecer tiene todo resuelto en su vida hasta que aparecen dos “desconocidos”.
Sin embargo, el inicio del relato se ubica en 2003, cuando Cheryl (Ashley Madekwe) vive en un departamento en un barrio de Londres, pero lo abandona tras una tensa conversación con su hermana.
Con lo que la mujer, de raza negra, pero piel muy clara, escapa de su departamento y lo que la perturba. Sin embargo, rápidamente la narración viaja al presente de Cheryl, cuando es conocida como Neve.
Y además habita un suburbio predominantemente blanco junto a su marido, también blanco, e hijos adolescentes, y nunca menciona su raza para no diferenciarse de su acomodado entorno social.
Pero la llegada de dos desconocidos afro británicos comienza a desestabilizar la existencia de Neve, quien comienza a verlos en diferentes sectores de su barrio, incluso fuera de su casa.
El teléfono del Señor Harrigan
Una de las novelas cortas del llamado Rey del Terror, Stephen King, inspira esta película que llegó a Netflix bajo la bajo la dirección del realizador y guionista John Lee Hancock y la producción del “Rey Midas de la TV”, Ryan Murphy, y Jason Blum, el jefe de la famosa productora Blumhouse.
Un destacado equipo al que se une, en calidad de productor ejecutivo, el mismo King, para revivir la historia de Craig, un niño del poblado contratado por el millonario John Harrigan (Donald Sutherland) para que le lea tres veces a la semana, ya que la vista del viejo empresario está cada vez peor.
Un vínculo que después de la inesperada muerte de Harrigan adquiere ribetes algo paranormales, luego de que ambos logren comunicarse a través de un teléfono que el niño le regaló al magnate.
En el clímax con tintes de horror de una cinta que se mueve más que nada por el drama con algo de suspenso, donde lo esencial es el vínculo entre sus protagonistas y la siempre sólida presencia de Sutherland.
La calle del terror
A R.L. Stine lo llaman “el Stephen King de la literatura infantil” por lo prolífico y también porque ha inspirado una gran cantidad de series y películas. ¿La última de ellas? La calle del terror, trilogía fílmica de la directora Leigh Janiak y que llegó a Netflix esta temporada.
Su primera parte, que se ambienta en la década de los 90 en Shadyside, una ciudad pobre y marcada por una lista larga de macabros asesinatos, a la que suma uno más: el de un joven con una máscara de calavera y un cuchillo que mata a varias personas en un centro comercial.
Crímenes que vuelven a perturbar la vida de sus habitantes, cuando reaparecen los asesinos en serie que han asolado a la ciudad a lo largo de las décadas, lo que estarían relacionados con el espíritu de una bruja del siglo XVII y que ahora tendría como objetivo a los adolescentes protagonistas de la película.
Una sucesión de muertes violentas, escapes milagrosos y mortales heridas con armas blancas que reviven de la mejor, y explícita forma, al subgénero del terror llamado slasher, en el que siempre hay un demente con tendencia a eliminar jovencitos y jovencitas.
Subgénero que tiene entre sus ejemplos a La masacre de Texas, Halloween, Viernes 13 y Scream, y que en La calle del terror se combina con lo paranormal para ofrecer una entretenida y emocionante narración, que revisita sus características clásicas dándoles un aire nuevo y revigorizante.
En tanto, su parte dos se sitúa en 1978, mientras que en la tercera la historia retrocede hasta 1666.
His house
Horror, suspenso y cine social se juntan en His house, una de las películas de terror más recomendables del último tiempo.
Después de debutar con éxito en el Festival de Sundance, Netflix la estrenó en todo el mundo en octubre pasado, sorprendiendo con la vuelta que el debutante director británico Remi Weekes le da al subgénero de la casa embrujada.
Pasan cosas muy extrañas en el hogar que el gobierno les entrega a Rial (Wunmi Mosaku) y Bol (Sope Dirisu), una pareja que salió forzadamente de Sudán del Sur, escapando de la guerra que devastaba a su país.
En un barrio empobrecido de Londres, intentan comenzar una nueva vida, pero sus planes los frenan los ruidos, voces y criaturas que aparecen entre las paredes de la casa y que los llevan al borde la locura.
No son ratas ni alimañas los que los atormentan, sino el dolor, los traumas y la culpa que los persiguen en la forma que Rial atribuye a brujos que son parte de las creencias de su pueblo.
Un relato que se vuelve más angustiante a medida que avanza el metraje y que por la vía del terror aborda el racismo, el desarraigo y la drama de la inmigración forzada.
La apariencia de la cosas
La aplaudida novela homónima de la escritora Elizabeth Brundage llega a la pantalla de la mano de los directores Shari Springer Berman y Robert Pulcini (American splendor).
Una mezcla de drama, suspenso y lo sobrenatural, con la historia de un joven matrimonio, Catherine (Amanda Seyfried) y George (James Norton), que se muda a una casa en una zona rural del estado de Nueva York.
Pronto comienzan a suceder en la casona extraños sucesos, como una lámpara que se enciende y apaga en la habitación de la niña, o un piano que comienza a tocar solo.
Paranormales situaciones que estarían relacionadas con una fantasmal presencia, que para George serían solamente fruto de la imaginación de su esposa, y que se combinan con la sensación de soledad que empieza a atormentar a Catherine.
Conservando el espíritu original del libro, la cinta tiene como uno de sus puntos fuertes la forma en que sus personajes protagónicos van mostrando su verdadera cara al pasar los minutos del metraje.
Además, confirma la eficacia de Springer Berman y Pulcini como realizadores acostumbrados a trasladar novelas al cine.
La nube
El francés Just Philippo debuta como director de largometrajes con este inquietante relato que tiene directa relación con un grupo de saltamontes, recordando a otras películas donde los insectos se convierten en un peligro para los humanos, como Bug (1975), Aracnofobia (1990) y El enjambre (1978).
Y la cual se inicia en un lugar que no hace presagiar la amenaza que confrontarán sus personajes: la bucólica campiña francesa, donde Virginie Hébrard (Suliane Brahim) tiene su granja y vive junto a sus hijos Laura (Marie Narbonne) y Gaston (Raphael Romand).
Ahí, la mujer cria saltamontes, que transforma en una proteínica harina, para mantenerse, aunque la producción no ha aumentado como esperaba, a pesar de su preocupación. Pero tras un accidente descubre que los insectos se ponen más grandes y comienza a multiplicarse profusamente al beber sangre.
Así, esta historia lentamente va involucrando a un espectador cada vez más sorprendido, con una trama que va tomando cada vez mayor fuerza narrativa, partiendo desde un drama familiar y juvenil, hasta llegar al suspenso con ribetes de horror en sus minutos finales.
La maldición de Bridge Hollow
El miedo se une a la comedia en esta película original de Netflix protagonizada por Marlon Wayans en el rol de Howard Gordon, un racional profesor de ciencias que se muda junto a su familia a Bridge Hollow.
Un poblado en el norte del estado de Nueva York, cuyos habitantes están obsesionados con Halloween y donde su hija adolescente Sydney (Priah Ferguson) conoce a los integrantes de la Sociedad Paranormal.
Los que le cuentan que la casa en que ahora vive era hogar de la médium Hawthorne y ella decide contactarla, lo que la guía a la buhardilla y al misterioso baúl que esconde una lámpara de calabaza.
La que pertenecía a Jack el Tacaño, un malvado espíritu que busca venganza, y disemina un encantamiento que provoca que todos los adornos, grandes y pequeños, de Noche de Brujas adquieran vida.
Lo que pone en peligro a los habitantes de Bridge Hollow, obligando a Gordon y su hija a detenerlos, poniéndolos en medio de una entretenida y rápida aventura que mezcla varios miedos con humor y algo de ciencia.
La clásica historia de terror
Desde Italia viene una de las películas de terror más recientes de la plataforma, con una historia que muestra un viaje que se convierte en pesadilla para los pasajeros de un camper, luego de que aparecen en medio de un claro del bosque.
Su relato combina paganismo, leyendas y a la mafia italiana, recordando a varias otras películas, antiguas y recientes, en torno al miedo y la violencia, como La masacre de Texas, El juego del miedo y Midsommar.
Tiene un buen comienzo, con un ritmo incesante, que se interrumpe cuando se explica el porqué de los hechos, perdiendo lo que había logrado con el buen uso del suspenso y un poco de gore.
La masacre de Texas
Con el estreno en Netflix de la versión 2022 de La masacre de Texas, se suma un nuevo capítulo a la extensa y sangrienta historia de Leatherface y su familia. La que ha incluido secuelas, una precuela y otra versión en 3D, luego del debut de la original en 1974.
Una inquietante realización de horror y locura, que además marcó un precedente para varios títulos del subgénero de terror conocido como slasher y convirtió a Leatherface, junto a su motosierra, en un ícono del mundo de los asesinos seriales fílmicos.
En esta película, que dirige David Blue Garci, a su figura vuelve a atemorizar, en un relato donde un grupo de influencers desata una masacre al visitar un pueblo abandonado y que revive la saga de una manera algo tosca y muy sangrienta, pensada en los seguidores del gore y el terror más crudo.
El cadáver
Preparándose para la llegada de Halloween, en las últimas semanas Netflix viene estrenando una serie de películas ideales para ver esa noche terrorífica, una lista a la que ahora se suma esta cinta noruega.
Su hisrtoria lleva al espectador a un mundo post-apocalíptico, donde los habitantes de una ciudad intentan sobrevivir luego de un gran desastre nuclear.
Entre ellos están una destacada actriz, Leonora (Gitte Witt), junto a su esposo, Jacob (Thomas Gullestad) y su pequeña hija Alice (Tuva Olivia Remman), quienes se refugian en un edificio en ruinas.
Para salir de su rutina, un día deciden ir un espectáculo que ofrece entretención y también comida. Se realiza en un hotel y ahí deben recorrer el lugar presenciando diferentes escenas, las que cada vez se ponen más macabras y tenebrosas.
Y aunque no hay mucho terror, sí suspenso y la inquietud que provocan los diferentes personajes que van apareciendo por el hotel y, sobre todo, la ambientación.
Voces
Tras hacerse un nombre en los cortos, el director español Ángel Gómez debuta en los largometrajes en una película de terror donde lo que es escucha es tan espeluznante como lo que se ve. O más bien, lo que no se ve.
De eso puede dar fe el niño de ocho años que conocemos al comienzo del relato, el pequeño Eric (Lucas Blas), a quien unas extrañas voces no lo dejan descansar.
Junto a sus padres, Sara (Belén Fabra) y Daniel (Rodolfo Sancho), se acaban de mudar a una casa que compraron para refaccionar y luego vender. Pero el niño se siente inquieto en este nuevo lugar y tiene comportamientos extraños, incluso en el colegio, donde llegó a morder al director.
Luego de un par de hechos trágicos, Daniel sospecha que esos sonidos tendrían que ver con todo lo oscuro que pasa ahí. Por eso contacta a Germán (Ramón Barea), un experto en psicofonía, los sonidos que quedan registrados en diferentes aparatos y que sin ellos no se pueden oír.
Así, Voces convence con una vuelta al subgénero de la casa embrujada, para poner a la sicofonías -habitualmente un elemento más de las historias de terror- en el eje central de su narración.
Akelarre
En los recientes Goya, esta cinta se llevó cinco de los nueve premios a los que optaba, entre ellos a los de Mejor Dirección Artística, Mejores Efectos Especiales y Mejor Música Original, al revivir con valentía un drama histórico que tiene como escenario el territorio vasco del siglo XVII.
Específicamente en 1609, cuando en el País Vasco, o Euskal Herria, se vivió el punto más álgido de la serie de juicios que en la región se realizaron a mujeres acusadas de brujería, movimiento anti-hechicería que se había generado el siglo anterior.
Un oscuro pasaje marcado por la ignorancia y el machismo, que revive bajo la dirección del argentino Pablo Agüero y que tiene como protagonistas a un grupo de mujeres que en su tiempo libre recorren el bosque y gustan de bailar y cantar entre los árboles.
Esa actividad es mal vista por algunos de sus coterráneos y que llega a oídos de un juez, quien recorre la región para eliminar a sus brujas. Pero las chicas encaran con valentía e inteligencia a esa sociedad marcada por una religión enceguecida, el patriarcado y la ignorancia.
#Vivo
El argumento de #Vivo, la nueva película de terror de Netflix, se podría resumir así: un joven debe permanecer encerrado en su departamento para evitar contraer un peligroso virus. ¿La historia te suena conocida?
Con un time perfecto, en plena pandemia por el coronavirus, se estrenó esta cinta, el debut en los largometrajes del director surocoreano Il Cho.
Aunque este virus es más sangriento, porque las personas que lo contraen se convierten en una especie de zombies. O más bien en unos violentos caníbales que recorren todo Seúl en busca de personas sanas para devorarlas.
Del desastre que está ocurriendo el calles, Oh Joon-woo (Ah-In Yoo), el joven protagonistas de #Vivos (#Alive en su título original) se entera a través de las noticias y luego lo comprueba al mirar por la venta del departamento en el que vive.
Además, no sabe nada de sus padres y de su hermana, que habían salido cuando se desató el virus. Solo recibió un mensaje de ellos: “debes sobrevivir“.
Cielo rojo sangre
Una particular apuesta es la que hace esta película alemana, donde el horror se combina con la acción y el suspenso a varios kilómetros sobre la Tierra.
Más precisamente en un vuelo de avión desde Alemania y Nueva York, donde un grupo terrorista, con la ayuda del copiloto, se toma la aeronave para cambiar su trayectoria y usar a sus pasajeros para pedir rescate en nombre de la yihad musulmana.
Pero las cosas se tornan más sospechosos y violentas cuando uno de los terroristas, el psicopático Eightball (Alexander Scheer), le dispara en el pecho a Nadja (Peri Baumeister), una mujer que viaja junto a su hijo y que durante todo el trayecto ha tenido una conducta extraña.
Y es que ella es realmente una vampira, una condición que ha logrado mantener controlada, pero ahora deja salir para proteger a su hijo de los terroristas.
Así, Cielo rojo sangre ofrece una inusual mezcla, que navega con algo de dificultad por su arriesgada y saturada apuesta de géneros.
Estación Zombie: tren a Busan
Todo comienza cuando Seok-woo (Gong Yoo) decide viajar a la ciudad sureña de Busan, donde vive su ex esposa y donde su hija Soo-an (Kim Su-an) quiere celebrar su cumpleaños.
Pero a los pocos minutos de haber abordado el moderno tren KTX, son testigos de cómo todo se vuelve una pesadilla. La epidemia surgida desde una planta química ha provocado que las principales ciudades de Corea sean asoladas por hordas de violentos zombies que atacan a cualquiera que se cruce en su camino.
Uno de ellos, logra subir al tren e inicia la pandemia a bordo. Eso provoca el escape, a través de su carros, de los pocos que permanecen sanos.
Así comienza el trepidante relato de esta película que se transformó en un fenómeno de taquilla en Corea, donde llevó a más de 10 millones de personas a las salas de cine.
La niñera: reina letal
Esta es la secuela de la película La niñera (2017), donde la acción se retoma dos años después de que Cole (Judah Lewis) descubriera el lado oscuro de su amada niñera Bee (Samara Weaving).
Ella tenía oculta su faceta como líder de una secta satánica que usaba sangre humana para hacer realidad todos sus deseos, que también integraban Max (Robbie Amell), Sonya (Hana Mae Lee), John (Andrew Bachelor) y Allison (Bella Thorne).
Ahora, como adolescente, Cole vuelve a encontrarse con el mal tras descubrir que su mejor amiga es ahora la líder un culto satánico y lo quiere utilizar para concretar su sueño de ser “influencer”.
Él tratará de escapar de su casa flotante en el lago, en un desafío lleno de gags y divertidas escenas, donde el humor se mezcla con litros de sangre, muchos desmembramientos y varias explosiones.
La marca del demonio
Una de las últimas películas de terror en llegar a Netflix es esta que dirige el joven realizador Diego Cohen, de quien en la plataforma también se puede ver Romina.
Su apuesta es por una de las temáticas del género que se han hecho famosas gracias a la industria fílmica: el exorcismo.
En su caso, a través de una historia que comienza tres décadas atrás, en un sector rural de Norteamérica habitado por menonitas -un grupo religioso apartado de la sociedad-, hasta donde llega un sacerdote a brindar su ayuda con un exorcismo.
Pero las cosas no salen como se esperaba y el niño que estaba poseído muere tras el conjuro del religioso y este se lo lleva lejos, en su camioneta. Sin embargo, en el camino el pequeño da muestras de vida y el cura decide abandonarlo en un terreno baldío.
Después, el relato lleva a los espectadores a la Ciudad de México del presente, en una historia que no logra grandes sustos ni momentos de verdadero suspenso.
Nadie duerme en el bosque esta noche
Este reciente estreno polaco en Netflix junta a adolescentes y a una extraña criatura que llegará hasta el Campamento Adrenalina, donde jóvenes de 16 años se encuentran superando su adicción a la tecnología, es decir están sin celulares ni computadores, y en medio del bosque.
Es en ese contexto es donde aparecen dos asesinos en serie que generarán mucha sangre y muerte, y que te pondrán “los pelos de punta”, desde los primeros minutos.
Temas esenciales en toda cinta slasher, el subgénero del terror con psicópatas y adolescentes, que se precie. Sobre todo para este largometraje que fue promocionado como la primera película del estilo en su país.
Te veo
La ópera prima como director del británico Adam Randall toma un inusual camino, pasando desde el terror al suspenso criminal. Uno que parte en una ciudad costera de Estados Unidos, cuando un niño en bicicleta se interna en el bosque que rodea el lugar hasta que, abruptamente, lo toma una fuerza invisible que lo eleva en el aire.
Su desaparición hace que los policías lleguen al lugar y comiencen a buscar cualquier pista que los ayude a resolver el caso. Así dan con una navaja suiza que le trae malos recuerdos a uno de los agentes a cargo: Spitzky (Gregory Alan Williams), el mismo que hace unos años atrás investigó un incidente similar, donde también las víctimas eran niños y el criminal dejaba como su carta de presentación el mismo tipo de arma, recuerdo que ahora comparte con su compañero Alec Travers (Owen Teague).
Pero desde ese momento la trama pasa desde lo policial a los problemas personales que este último detective tiene en casa, los que se agravan luego de que situaciones atribuibles a lo paranormal comienzan a afectar a todos lo que allí habitan.
Una sucesión de hechos que no dejan respiro al ritmo de la trama y a su escalada desde el horror al thriller, donde todavía permanece como subtrama la desaparición de niños. La cual mantiene la atención del espectador, pero no explora en razones ni en personalidades.
El vínculo
Es común en las zonas rurales al sur de ese Italia el amarre, una especie de hechizo en el que una fuerza maligna se apodera de la mente y el cuerpo de otra persona para dominarla. Lo llaman también “mal de ojo”, aunque al parecer es muy distinto y siniestro que el de ojo que se conoce por esta parte del mundo.
Eso le sucede en esta nueva cinta a Sofía (Giulia Patrignani), una niña que llega con su madre, Emma (Mía Maestro) y el novia de esta, Francesco (Riccardo Scamarcio), a una gran caso de campo donde vive la madre de este último, Teresa (Mariella Lo Sardo)
El lugar es bucólico y se sitúa en un terreno enorme lleno de árboles, pero pese a eso, algo no anda bien ahí. De hecho, muchos árboles están muertos y tumbados en el suelo. Según Francesco, su madre es capaz de sanarlos.
Luego, a la niña la pica una tarántula y es Teresa junto a la mujer con quien vive quienes deciden sanarla con un extraño método y a escondidas de su madre.
Todo lo que hace Teresa está envuelto en misterio y es lo que más atemoriza de este cinta de terror, que se disfrutará mejor -o casi exclusivamente- en la esperada noche de Halloween.
En la hierba alta
Luego del reciente y exitoso estreno de It en los cines de todo el mundo, para nadie es novedad que las adaptaciones de las novelas del estadounidense Stephen King a formatos de series o películas se acelerara todavía más.
Y ha sido Netflix uno de los principales interesados en llevar sus obras a su catálogo de producciones originales, que a la lista en la que figuran títulos como 1922, La Niebla y El Juego de Gerald, ahora se suma En la hierba alta.
En esta cinta, Becky y Cal van en su auto, en lo que parece ser un viaje de vacaciones, de pronto escuchan el grito de auxilio de un niño que proviene de una gran pila de hierba ubicada a un costado del camino.
Con la misión de rescatar al pequeño desconocido, se adentran en la gran masa de hierba, sólo para verse arrastrados por una energía siniestra que rápidamente los desorienta y separa, dejándolos atrapados en una laberíntica prisión de hierba descontrolada y barro.
Aislados del mundo, algo desesperados e imposibilitados de escapar de esta misteriosa hierba alta, se darán cuenta que lo único peor que perderse ahí, es ser encontrado por quiénes llegaron mucho tiempo antes.
El Hoyo
Atentos, que este es el último fenómeno del horror en Netflix. La realización española, ganadora de la reciente edición del Festival de Sitges, que también marcó el debut de su director, Galder Gaztelu-Urrutia, en los largometrajes.
Una cinta que viene a engrosar la oferta de la plataforma con acento hispano, que incluye populares series y filmes, pero apostando esta vez por aquel público dispuesto a experimentar con una perturbadora trama, no exenta de fuertes imágenes.
El relato de El Hoyo se inicia cuando Goreng (Iván Massagué) se despierta en una celda en compañía de un hombre mayor al que no le gusta que la hagan preguntas. El nombre de este último es Trimagasi (Zorion Eguileor) y ya lleva un tiempo en confinación.
Pero este no es un encierro “normal”, ya que la celda que comparten forma parte de un complejo penitenciario en forma de torre con más de 200 pisos, que alberga a dos presos por nivel y donde los prisioneros comparten literalmente una misma mesa de comida.
El practicante
El actor español Mario Casas se transforma en villano en este thriller donde da vida a un paramédico que queda en silla de ruedas tras sufrir un accidente en la ambulancia donde trabajaba.
Quien debe hacerse cargo de cuidarlo es su novia, Vanesa (Deborah François), una mujer que estudia veterinaria mientras al tiempo que labora en un callcenter.
Él es un hombre frío, manipulador y celópata, que se obsesiona con su novia cuando ella decide dejarlo e irse de la casa.
Ni la parálisis ni la silla de ruedas detendrán la locura Ángel, quien pronto se deja ver como un sicópata despiadado que eliminará a todos los que se interpongan en su camino para recuperar a Vanesa.
Eli
Inquietante es el adjetivo más adecuado para describir la a historia de Eli,un niño que vive con una extraña enfermedad y que por eso se ve obligado a llevar puesto un traje y a vivir prácticamente aislado de todo y de todos.
Para curar su enfermedad, sus padres deciden llevarlo a una clínica en un lugar remoto, donde lo someten a una terapia experimental.
Ahí, puede moverse seguro, incluso sin su traje. Aunque en realidad no tan seguro, porque en ese lugar el niño empieza a ver cosas que ponen en jaque su recuperación.
La Influencia
La película de terror sobrenatural La Influencia, marca el debut del español Denis Rovira como director de una producción de larga duración, quien es conocido por su trabajo en premiados cortos como Lazarus Taxon y Angel.
Además, se considera un destacado integrante de la nueva generación española de cine de género fantástico.
Acá nos muestra a Alicia, una enfermera que regresa a su hogar de infancia a cuidar a su madre moribuna. Ahí se reencuentra con su hermana menor, quien está algo perturbada.
Una historia de terror llena de giros inesperados, sucesos sobrenaturales y duelos a muerte con cuchillos, pero que tiene una trama llena de cabos sueltos.
La Novia
En 2017 pasó por los cines esta película de terror a cargo del director ruso Svyatoslav Podgayevskiy.
Todo comienza cuando la joven Nastya (Victoria Agalakova) viaja al pueblo natal de su novio Iván (Vyacheslav Chepurchenko) para conocer a su familia.
Pero Nastya comienza a sospechar de los parientes de Iván, que están detrás de un extraño ritual centrado en la “madre de la familia”. Una ceremonia que, además, está relacionada con la antigua costumbre de fotografiarse con los familiares muertos.
Hay alguien en tu casa
En medio de su labor como director y guionista de cintas como El conjuro y Aquaman, el cineasta australiano James Wan se ha dado tiempo para producir muchas otras películas. Entre las cuales ahora se inscribe el horror juvenil de Hay alguien en tu casa.
Un largometraje que lleva a la pantalla la novela homónima de Stephanie Perkins y que, igual que el libro en que se inspira, tiene como protagonista a Makani Young (Sydney Park), una adolescente nacida en Hawaii que tras algunos problemas sus padres las envían a vivir junto a su abuela en la ficticia localidad rural de Osborne, Nebraska.
Una pequeña ciudad donde Makani cursa el último año de secundaria. Pero como toda película de terror requiere, la calma del lugar se verá pronto fracturada con una serie de sangrientos hechos. Los que tienen detrás a un enmascarado que ataca violentamente a los estudiantes.
Siguiendo varias de las reglas del terror slasher -con un psicópata, jóvenes como su blanco principal, armas blancas y varias llamadas telefónicas-, la película se entrelaza con los conflictos personales de sus adolescentes personajes.
Lo que le otorga una característica singular y diferenciadora que por momentos puede reflejar los problemas de los jóvenes de hoy, pero al mismo tiempo hace que la cinta pierda el foco central que una cinta de terror de este tipo requiere.
Amores caníbales
En un futuro distópico se ambienta esta cinta dirigida por la californiana Ana Lily Amirpour (A Girl Walks Home Alone at Night) que, debido a su inusual estilo y relato, ha dividido a la crítica y la audiencia, sin dejar indiferente a nadie que la ha visto.
Su relato inicia cuando Arlen (Suki Waterhouse) es dejada en un desértico sector de Texas que ha sido aislado del resto del mundo.
Poco después, ella es atacada por dos mujeres y queda inconsciente, despertando tiempo más tarde, encadenada y merced de la banda de caníbales que es liderada por Miami Man (Jason Momoa).
Serpiente de cascabel
Aunque esta cinta no se adscribe estricamente al género, si tiene varios elementos del género de terror. Quizás sería más correcto decir que es un thriller, porque más que asustar, este película te pone los pelos de punta.
La historia es la de Katrina (Carmen Ejogo), una madre soltera que se muda con su pequeña hija Clara desde Phoenix hasta Oklahoma, en Estados Unidos.
Un desperfecto en el auto las deja tiradas en un camino solitario en medio del desierto, y es ahí donde una serpiente de cascabel muerde a la niña.
Desesperada, su madre llega hasta la casa rodante de una mujer misteriosa quien, de la nada, logra salvar la vida de Clara.
Aunque ese “milagro” no es gratis: para que su hija siga viviendo Katrina debe asesinar a una persona antes de que el sol se esconda.
La maldición de la soga 2
En 2018, el director taiwanés Shih-Han Liao apostó por el terror con La maldición de la soga, película que mostraba la pesadilla que vivía una pareja luego de que un joven decidiera transmitir en vivo un ritual para lograr más visitas a su canal de Youtube y así ganar el dinero que le permitiera casarse.
Un rito conocido como “song rou zong”, donde la personificación de la deidad Zhong Kui debe tirar al mar la soga con que alguien se ahorcó, para evitar que su espíritu quede en el lugar en que se suicidó y trate de poseer el cuerpo de un vivo para reencarnarse.
Dos años después, el taiwanés revisita el horror en torno a esa tradición religiosa con su secuela, que se inicia cuando tres monjes taoístas -entre ellos el de la anterior cinta interpretado por Bor Jeng Chen- llegan al lugar en que seis narcotraficantes se ahorcaron en honor al Demonio Tailandés y uno de ellos muere durante un exorcismo.
Así parte esta cinta que logra inquietar al espectador, con una trama que explora en tradiciones y ritos que son totalmente desconocidos para la mayoría de los occidentales.
Cargo
En la delgada frontera que divide al terror del suspenso transita esta realización australiana donde el actor británico Martin Freeman (famoso por su rol del Dr. John Watson en Sherlock) encarna a Andy Rose.
Él, junto a su esposa Kay (Susie Porter) y su pequeña hija, han logrado mantenerse a salvo de la epidemia que ha convertido a casi toda la población en zombis.
Pero tras un accidentado viaje para obtener comida, Andy queda solo con la niña y con pocas horas restantes para ponerla a salvo antes de que él mismo de convierta en un hambriento zombi.
Fauces de la noche
En la previa de Halloween Netflix estrenó esta película donde ancestrales vampiros viven en la ciudad de Los Angeles sin que la mayor parte de sus habitantes ni siquiera lo sospechen.
La cual, bajo la dirección de Adam Randall, combina terror con suspenso para mostrar la historia de uno de esos ciudadanos ignorantes de la existencia de seres sobrenaturales, el que una noche cualquiera se cruza en el camino no de uno sino que de dos de ellos.
Los mismos que, como lo explica el inicio de la cinta, han vivido en la Tierra desde hace mucho, cazando humanos y siendo cazados, hasta que llegaron a pactar una tregua que trajo paz e hizo que las personas “normales” olvidaran la existencia de los chupasangre.
Y ese ciudadano es Benny (Jorge Landeborg Jr.), quien se ofrece a manejar por una noche el auto de alquiler de su hermano Jay. Un favor que se convertirá en la peor pesadilla del joven luego de recoger a dos clientas en el exclusivo Beverly Hills, pero que en realidad son vampiras y parte de un plan para controlar la ciudad.
Verónica
El español Paco Plaza (Rec) es el director de la cinta que debutó en Chile con el título de La Posesión de Verónica, y que toma como su inspiración el caso policial archivado como “expediente Vallecas”.
En su relato presenta la historia de Verónica (Sandra Escacena), una adolescente que, tras usar una tabla ouija junto a sus amigas de colegio para comunicarse con su padre muerto, experimenta sucesos paranormales en su casa, que pondrían en peligro a sus hermanos menores.
Otro ejemplo de la activa cinematografía española anclada en el género del terror, desde donde han surgido realizadores como Juan Antonio Bayona y Jaume Collet-Serra.
El silencio
El Silencio es una película de terror que nos hace recordar otros filmes similares, como Bird Box (también de Netflix), Un lugar en silencio y hasta Los Pájaros, el clásico de Hitchcock.
Aquí, una familia escapa de unos seres demoníacos y ancestrales (una mezcla rara entre murciélagos y dragones) que han sido liberados por casualidad de unas cuevas subterráneas. Vuelan y atacan a los humanos, pero son ciegos.
Por lo tanto, sólo detectan la presencia de personas por el sonido que estas emiten.
Y eso es lo que hermana a El Silencio con Bird Box: en ésta última los personajes debían dejar de lado la visión para estar a salvo. Acá, no emitir ruidos puede ser la salvación.
Creep
Esta es una película de 2014 en que el terror se mezcla con algunas notas de comedia. La historia se centra en un camarógrafo que llega a una perdida casa en las montañas, porque ha sido contratado por un hombre con una enfermedad terminal.
Este señor quiere que lo filmen y dejar así un testimonio de vida para que su hijo, que está por nacer, lo vea cuando ya no esté en este mundo. Pero de a poco va develando una personalidad rara, curiosa, que comienza a acosar y a asustar al pobre camarógrafo.
Se trata de un buen ejercicio fílmico que, además, dura sólo 80 minutos, lo que hace que en todo momento haya acción y sobresaltos varios para los televidentes.
Silencio
Una escritora sorda decide irse a una cabaña abandonada para realizar su nuevo libro. Ante un hermoso paisaje y tranquilidad, la mujer se mantiene en la tranquilidad y la soledad.
Mientras comparte con una amiga un asesino llega a la cabaña, matando a su amiga y sin que esta joven sorda se de cuenta.
Desde ahí, somos cómplices de un “silencioso asesino” que deambula por la casa sin que esta mujer se entere.
Como una joya no tan conocida, Silencio trae una historia novedosa, en la que predomina el uso de la lengua de señas.
Puertas abiertas
Estrenada en 2018, esta película de Netflix es dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote y tiene como protagonista a Dylan Minnette, reconocido por la serie 13 reasons why.
La historia trata sobre Naomi Wallace (Piercey Dalton) y su hijo de 17 años Logan (Minnette). Madre e hijo deciden quedarse en una casa que está a la venta, mientras algunos desconocidos van a visitar este lugar para comprarlo.
Pero después del primer día de visitas, Logan empieza a sentir que hay alguien en el lugar. Pese a que su madre no cree en estas sospechas, empiezan a suceder extrañas cosas dentro, lo que lleva a este joven a una investigación.
Quizás en la casa haya alguien que nunca se fue…