A pesar de la pandemia, estuvo movido el 2021 en materia gastronómica. A lo largo del año, aparecieron varios restaurantes, bares y picadas que nos deslumbraron a punta de cocina rica, estilo y cocteles sorprendentes. Acá nuestros favoritos, sin categorías ni orden, sólo los más sabrosos.

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Malva Loca

En CV Galería, en Vitacura, abrió este año este gastrobar, que tal como la flor a la que debe su nombre, que florece en los lugares menos esperados y es del color que se le antoja, tiene un estilo de cocina curiosa, libre, sorpresiva y propia.

A cargo está Renzo Tissinetti, chef chileno que triunfó en España. Allá fue jefe de cocina en El Corral de la Morería, el tablao flamenco de Madrid conocido por ser el más famoso del mundo y también por lucir una estrella Michelin.

Y lo que nos gusta de este lugar, con una amplia terraza, barra y mural a cargo de Santiago Errázuriz, es que es una experiencia que sorprende e invita a jugar, con cocteles “tiraditos pal dulce”, como el Entre algodones ($ 8.000), de vodka, syrup de lavanda, jugo de limón, frutillas y un delicioso algodón de azúcar y gomitas encima.

Además de otros más frescos, como el lawen ($ 11.000), con gin Pajarillo, que es uno chileno, y que lleva jugo de pomelo, syrup lawen y un toque de ginger ale. Llega en un vaso Rag Mapu, cargado de valores y saberes ancestrales.

Cocteles que van va de la mano con un estilo de cocina propia y donde todo se hace desde cero, que actúa de vitrina para pequeños productores y tendencias, como el gin Pajarillo, gin Provincia, también chileno, o el Vermut Luther, hecho en Chile con vino orgánico.

Además de la longaniza de La Chica de Humo, que puedes probar en el choribao ($ 4.500) y que viene con ketchup casero ligeramente ahumado más pebre.

Hay que destacar de la carta de Malva Loca que tiene alternativas de distintos precios, desde opciones más económicas, como los baos, sanguchitos de este pan hecho al vapor de suave textura, como el Bao Malva Loca fried chicken “MFC” ($ 4.700), de pollito frito especiado, repollo morado asado, pepinillos y salsa de queso azul.

O puedes irte directo a los fondos, con opciones como el arroz cremoso de mar a la vena ($ 11.200), con ostiones, piures y alioli de cebolletas asadas; o la hamburguesa de vacuno y morcilla ($ 8.800), con tomates asados, queso fundido y rúcula, viene con papitas Chips.

¿Más? Tiene un lado vegano, con preparaciones deliciosas, como la berenjena asada ($ 6.600), con un mix de shiitakes, champiñones paris salteados, almendras tostadas o emulsión de betarragas; o el vao green ($ 4.000), con un mix de shiitakes y champiñones paris salteados, emulsión de shiitake al romero, albahaca y cebolla frita.

Demencia Restobar 

Uno de los mejores restaurantes abiertos este 2021 tiene el sello de Benjamín Nast, chef que nos gusta por sus propuestas como DePatio, el restaurante que actualmente está cerrado y que es parte de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica. Además de DeCalle, el local imperdible de cocina asiática callejera y con toques de autor, ubicado a pasos del Metro Plaza Egaña.

Ahora puedes probar su mano en el formato de Demencia, que se instaló en la terraza donde funcionó DePatio, en Vitacura.

Lo que manda ahí son los son cocteles de autor y clásicos como la piscola, con un toque de “demencia”, además de una carta de platos accesibles para compartir, que tienen ese sello estético y mirada creativa propia de Nast. ¡Imposible más sabrosos! Como las albóndigas al senyoret ($ 9.000), que vienen con un sofrito paellero tradicional con jibia.

O los buñuelos de pescado ($ 7.000), que vienen fritos en tempura, con mayonesa de kimchi y sichimi togarashi, condimento típico de la cocina japonesa que aquí tiene un sello propio.

Si se trata de opciones más frescas, prueba el aguachile verde de chochas ($ 9.000), con manzana, pepino, palta y endivia fresca; o el tiradito de pescado ($ 9.000), con salsa de habas y aceite de liliáceas.

Demo 

¿Y si te contamos que en pleno Persa Bio Bío puedes probar un brunch de antología? Eso es Demo, el precioso local que abrió en La Curtiembre, la galería de arte que se encuentra justo al centro del histórico Persa Víctor Manuel, más conocido como el “galpón de los anticuarios”.

A cargo de Pedro Chavarría, el chef que ha trabajado en restaurantes como Boragó y Quintonil, ese de Ciudad de México que ocupa el número 27 en la lista de The World 50 Best.

Lo que ofrece en este local, que abre sólo los fines de semana y festivos, es un menú de cocina de autor sabrosa y a un precio accesible, un montaje simple y siempre con un factor sorpresa, que puedes probar en formato de brunch ($ 10.000) o menú de almuerzo ($ 12.000).

Para que te hagas una idea, el brunch incluye pan de masa madre, mantequilla, vegetales fermentado, jugo, café y alguna de las opciones de platos de día, que puede ser unos tortellini rellenos de ricota, con albahaca, tomates asados y ajo negro; o una corvina a la mantequilla, con coliflor frita.

Eso, más un postre, con alternativas como carrot cake o brownie, húmedo y delicioso.

DonDoh

La primera parrilla japonesa de Chile se suma también a la lista de los mejores restaurantes inuagurados este 2021

Se trata de la versión local del restaurante peruano que tiene el sello de dos grandes de la cocina de Lima, Osaka y Osso Carnicería y Salumería. ¡Qué combinación más rica!

Un concepto que a Santiago llegó a Av. Nueva Costanera, en un espacio de 900 metros cuadrados y con dos terrazas, una interior y otra que da hacia la calle, además de una cocina a la vista y un bar que es la tentación misma.

Su deliciosa cocina tiene un toque nikkei y además se inspira en la robata-yaki, técnica japonesa donde, tal como sucede en el DonDoh original de Lima, las carnes, pescados y mariscos se cocinan a fuego, en una parrilla a la vista.

Para partir tienes opciones para compartir, como los edamame, hechos al Josper, con ajo crocante, cilantro y limón; o los Kuro Taco, de chuleta vetada de cerdo a la robata, con cilantro y mayo picante.

Entre los platos de fondo conquista la entraña ($ 18.500), jugosa y tierna, hecha a la mantequilla de yuzu kosho y toques cítricos, y la panceta de cerdo ($ 13.000), con salsa bbq picante y sésamo tostado.

Acompáñalos de los fideos udon ($ 6.000), salteados a la mantequilla con jengibre, ajo y togarashi; o del arroz al wok ($ 6.000), con vegetales, cerdo, kimchi y aceite de sésamo.

Barra La Java

Comida peruana de cantina, con guisos contundentes y ceviches que de tan sabrosos reviven muertos, es la propuesta de Barra La Java, el local con javas de colores a la vista -de ahí su nombre, que tiene el sello de Gino Falcone y Jose Salkeld, los mismos detrás de cocinas deliciosas y atrevidas como la de Sarita Colonia.

Y a cargo de la cocina encuentras a Juan Andrés García, el chef peruano que en 2012 ganó el Rocoto de Oro al Mejor Joven Cocinero del año en la feria Mistura, la más famosa de Perú.

Además de dos barras, una más expuesta que te permite mirar que está pasando en el piso -2 de CV galería, donde se encuentra, y otra interior, para disfrutar a destajo de su coctelería con opciones clásicas como el sour peruano La Java ($ 6.900), con Tabernero Tradición, jarabe de goma, jugo de limón, albúmina y amargo de angostura.

O algunas de las imperdibles opciones de autor, como el ¡Alo IPSSI! ($ 8.000), que es una adictiva combinación de gin, macerado de rocoto-poleo, emoliente, la bebida a base de hierbas que cura todos los males en Perú, jugo de limón, goma y ginger ale.

Resultan ideales para acompañar el ceviche de la pesca del día ($ 12.900), con chicharrón y una leche de tigre picantita con jibia; o el sánguche de pejerreyes ($ 9.900), imposible más crujiente en un pan hecho en el lugar.

Ojo, que los fondos son golosos, ideales para compartir, como el arroz con chanchito crocante ($ 15.900), de cocción lenta hecha con chicha de jora que se hace en el lugar; o el tacu tacu con seco de carne ($ 13.900).

Willimapu

Otra de las aperturas que amamos este año apostó por instalarse en el Persa Bio Bío, específicamente en los locales 8 y 9 del Galpón 6 del Persa Víctor Manuel y al que puedes entras por calle Placer 623.

Ahí, los sábados, domingos y festivos, María Angélica Quintul cocina junto a sus hijos los sabores de su tierra: la Isla Tenglo y La Vara, en la Región de Los Lagos.

Cocina williche, como se le llama a los  mapuches más australes, en la que solo usa productos de cooperativas y comunidades, como huevos de gallina collonca, que puedes probar revueltos a partir de las 10 AM, la hora del desayuno, con sopaipillas, empanadas de manzana o kuchenes de murta, por ejemplo.

Mientras que a la hora de almuerzo te encontrarás con sus platos estrella, como el pulmay o curanto en olla ($ 10.000), con mariscos en su concha, longaniza, carne ahumada, pollo, papa y los tradicionales milcao y chapalele.

Además del asado de cordero al horno ($ 10.990), que puedes probar con acompañamientos como cremoso de trigo mote, papas fritas rústicas o ensalada de porotos, por ejemplo.

Un viaje que es pura raíz, cultura y sabor, que vale la pena hacer y repetirse.

Rivoli Ristorante

Nuevo no es. De hecho, el Rivoli es uno de los primeros restaurantes italianos que abrió en Santiago, en 1990 en la Plaza del Sol, entre Nueva de Lyon y Santa Magdalena, a cargo de Massimo Funari, el chef romano que, fiel a su estilo, no ha tranzado ni un ápice de la calidad y sabor que lo caracteriza.

Lo que sucede es que después de meses cerrado y rumores de cierre definitivo por la pandemia, reabrió en un local totalmente renovado, con terraza y un emporio por si te tientas y quieres comprar cosas ricas para probar en tu casa.

Además de ese sello de todo hecho ahí mismo que lo caracteriza y con el que te reencontrarás al probar los clásicos de su carta o las opciones del día, que es un placer de premiar.

Como la mezza burrata con carciofi e pomodori secchi ($ 15.000), una opción de entrada que viene con fondos de alcachofa y el pancito de rigor, por supuesto.

Otra alternativa es el ossobuco ($ 15.900), la carne blandísima que llega con todo y médula, sobre pasta fresca a la mantequilla; o el risotto gamberetti ($15.900), de arroz arbóreo, con colitas de camarón en salsa rosa.

Casa Las Cujas 

“De la playa a tu mesa” es el lema de Casa Las Cujas, la versión en Santiago del local que lleva más de ocho años en Cachagua y que lideran los hermanos Raide, los mismos detrás de éxitos como Jardín Secreto y Teatro C.

Un lugar que hacer viajar viaje a las costas, donde pronto inaugurarán un muelle marino techado de madera, que lleva desde la entrada y terraza exterior, directo a la caleta, el espacio interior con piscinas de agua salada y productos fresquísimos, como almejas, ostras de borde negro de Chiloé y langosta de Juan Fernández.

Y con una atmósfera festiva, donde suena música cubana.

Eso, más la cocina de Sebastián Jara, ex chef en Osaka y Karai, el restaurante del premiado chef peruano Mitsuharu Tsumura, más conocido como “Micha”, que pronto reabrirá en el hotel W, y Javier Vignes, ex sous chef de Restaurant Europeo, donde ahora brilla Bar Jardín Secreto.

¿Imperdibles de este lugar? Las almejas chalacas ($ 9.900), dulces de tan frescas, con cebolla morada, rocoto, cilantro y jugo de limón; o las machas ($11.900), hechas al vapor con salsa verde acompañadas de tostadas.

Además de las pinzas de jaibas ($14.900), que vienen con salsa acevichada y chalaca; o los locos por salir ($13.900), con mayonesa de yuzu, leche de tigre y chip de papas.

Otro imbatible es el arroz con mariscos ($14.900), en caldo de mariscos, y salteado con camarones y mariscos del día.

Pasillo 20.11

Cierto, Pasillo 20.11 no es un restaurante formal propiamente tal. Se trata de una cocina abierta, con barra y algunas mesas en La Florida, donde el foco es una cocina callejera para llevar, pero que sorprende y merece destacarse.

Todo por la cocina del chef Tomás Araya, golosa, creativa y bien hecha, con “las tres B” y que aplaudimos de pié.

En la que puedes probar alternativas como los tacos ($ 4.500), de tortilla nixtamalizada, delgadita y artesanal, que pueden ser al pastor, con una carne de cerdo que va salteada y no asada, cosa de que quede aún más sabrosa; o de palta tempurizada (en la foto), una delicia cremosa que tiene un dejo ligeramente picante.

Además de un ramen, que puede ser el tradicional shoyu ramen ($ 6.000) o el ramen frío ($ 6.500) o hiyashi, que pone especial atención en los cortes y orden de las verduras. Ambos hechos con la pasta casera de Wadaya Food Service, con toda la usanza japonesa.

El Pulento Joe

Tan sucedida ha sido la apertura del bar El Pulento Joe, por la pandemia y su locación, en pleno barrio Lastarria, que puede que aún no lo conozcas.

¡Craso error! Por que lo que encuentras en esta preciosa casona de tres pisos 1913, de la calle Padre Luis de Valdivia, es una puesta en escena estilo del punk inglés, con rayados, zapatos y ropa colgando, que conquista.

Además de más de 60 opciones de cerveza, entre botellas y de barril, que van entre los $ 3.000 y $6.000. Toda una curatoría a cargo de Ben Wood, el gurú de la cerveza artesanal, socio y Beverage Director de Beervana, la tienda que es un verdadero paraíso cervecero; socio además del bar El Honesto Mike y de la cervecería Alameda Beer Company.

Nos voló la cabeza con su carta de comida pecaminosa, la de Tom Tondreau, el mismo detrás de las hamburguesas de El Honesto Mike, con preparaciones como grilled cheese o planchaditos, en pan de molde artesanal, como el Melted Popeye ($ 5.900), de pollo frito, con mermelada de tocino, mozarella, que viene espinacas a la crema y papas fritas para untar en ésta.

También golosos son los Mack attack ($ 4.500), unos bloques de mac and cheese, macarrones rebozados en doritos de queso y panko, con una salsa ligeramente picante para untar.

Malakita 

Malakita abrió recién recién, pero está tan rico que nos la jugamos y la incluimos en nuestras mejores aperturas porque promete.

Se trata del restaurante con una preciosa terraza que abrió en el Hotel Wyndham Pettra, en Lo Barnechea, Claudio Úbeda,  el chef que pasó por el restaurante The Glass, del Hotel Cumbres, donde en 2017 recibió el premio de Cocina Chilena Destacada del Circulo de Cronistas Gastronómicos.

El mismo que está detras de Dulce Fermento, la panadería y pastelería de La Reina conocida por sus berlines de ensueño, pan de pascua y cola de mono.

En Malakita se luce con su versión de cocina chilena remasterizada, que tienen todo el sabor y la memoria de las recetas de toda la vida, pero con un toque propio.

Como Todas son reinas ($ 9.100), la tradicional palta reina, pero en todas sus versiones: con pollo y mayonesa; la cardenal con camarones y la emperatriz, rellena de centolla.

O el mariscal ($ 10.200), que es una selección de mariscos cocidos, que vienen con una emulsión de picorocos, cebollitas dulces, ají verde y chancho en piedra, especial para compartir.

Si vamos directo a los fondos, destacan las mejillas de cerdo ($ 11.900), que se cocinan a baja temperatura en vino, por eso queden jugosas, con un estofado de quínoa, zanahoria y cebollitas encurtidas; y la merluza austral ($ 13.900), en su punto, con milcao, los clásicos chilotes, rellenos de jaiba y espárragos flambeados con licor de oro.

Imposible irse sin el postre, más si se trata de melvin ($ 6.300), una versión del clásico melón con vino, al estilo cocina moderna. Es decir, una espuma y gel de melón tuna, con cubitos de melón tuna, infusionados con vino blanco y tierra de chocolate blanco.

Hana

Perderse entre las cocinas coreanas de Patronato es un deleite y un desafío, de sabores, goce y opciones. Hana es una de las novedades y una de las más suculentas aperturas de este barrio.

Se trata de un restaurante con una pequeña terraza, donde encuentras opciones de cocina coreana y sushi, a cargo de Hyun Suk Kim, más conocido como “señor Kim” y de So He Yu, la “señora Yu”. Los mismos cocineros que tuvieron por 16 años el Hanabi, un restaurante coreano en Vitacura.

Aquí se lucen con platos como el Ttekboki ($ 5.000), que es una suave pasta de arroz, con la textura del terciopelo, que viene con masa de pescados y verduras salteadas, más una salsa picante; o el bibimbap ($ 7.000), una plato frío que puedes pedir con o sin carne, y mezcla arroz con verduras picadas finitas y huevo frito.

Además de preparaciones veganas como el tofu dopbap ($ 5.000), tofu frito, con verduras frescas, salsa agridulce y arroz. ¡Puro sabor y tradición!